Panorámica de l'Eixample, en Barcelona

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El ruido también impacta en la vivienda: el precio de los pisos del Eixample baja un 3,4%

La diferencia del coste en las viviendas de alquiler se reduce en un 2%

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El Eixample destaca en Barcelona como el barrio con los niveles más altos de ruido y este fenómeno ha tenido efectos en los precios de los pisos en venta y de alquiler. Según un estudio académico publicado por el Institut d’Economia de Barcelona (IEB), El precio del silencio, en las viviendas donde la percepción del ruido se duplica, lo que supone unos diez decibelios por encima, el precio se devalúa el 3,4% en los pisos en venta y un 2% en los de alquiler.

A pesar de que el impacto en el precio de los alquileres sea inferior, al estar más tensionado el mercado inmobiliario, sí que tiene un efecto en la permanencia. Los datos de este análisis demuestran que las viviendas con niveles más altos de contaminación acústica tienen más dificultades para mantener inquilinos.

Las consecuencias en los precios

El estudio, elaborado por Marianna Magagnoli y Filippo Tassinari con datos del periodo 2009-17, analiza la diferencia entre apartamentos que dan al interior y al exterior de un mismo bloque de pisos y cómo el ruido podría afectar al precio comparado con otros. Según el precio medio por metro cuadrado y el tamaño medio de los pisos listados en Idealista, este efecto supone una variación en el precio de 16,483 euros en ventas y de 27 euros en alquiler, informa El País.

Otras áreas de la capital catalana no registran los mismos niveles de ruido y, por lo tanto, no tienen las mismas consecuencias, solo las zonas cercanas a la Ronda Litoral y la Ronda de Dalt se ven afectadas por el mismo fenómeno.

Posible solución en la disminución del tráfico

Los datos no muestran que haya ninguna fuente de ruido que prevalezca como el mayor causante de contaminación acústica, pero al analizar los decibelios de diferentes calles del barrio el tráfico podría ser el mayor causante. En el mapa de calidad acústica del Ayuntamiento de Barcelona se puede observar que Consell de Cent después de convertirse en una calle peatonal ha reducido los decibelios registrados, comparado con la calle València, que la supera en 10 y 15 decibelios y la calle Diputació, en 5 y 10.

Por lo que los investigadores sí que encuentran que podría haber un efecto positivo si hubiera un control más exhaustivo del tráfico. En el análisis sugieren medidas que busquen reducir el uso de vehículos privados en favor del transporte público y apuesten por otras formas de movilidad sostenible como ir en bicicleta. También mencionan políticas como crear zonas de bajas emisiones, peatonalización de más calles del barrio y fomentar la transición a vehículos eléctricos.

Mapa que muestra la contaminación acústica de Barcelona

Mapa que muestra la contaminación acústica de Barcelona Barcelona

Efectos del ocio nocturno en la Eixample

Los resultados muestran que el impacto es mayor en la percepción del ruido durante la tarde y noche que a lo largo del día. Por esta razón, los investigadores decidieron estudiar si el ocio de noche que prevalece en la zona podría ser consecuencia de este efecto en los precios.

Sin embargo, aunque la vida nocturna podría parecer uno de los factores más importantes respecto a los niveles de ruido, los investigadores no han encontrado ningún indicio que demuestre su prevalencia como el mayor problema en la contaminación acústica.

Medidas de las Administraciones

Desde 2002, la Comisión Europea reconoció al ruido como uno de los principales problemas ambientales en Europa. Los estados miembros deben recopilar datos cada cinco años para controlar los niveles de contaminación acústica y crear planes con la intención de reducirla, especialmente en zonas urbanas de más de 100.000 habitantes.

Bajo el paraguas de esta directiva, el Ayuntamiento de Barcelona ofreció subvenciones para la sustitución de ventanas en zonas con estrés acústico, es decir, en calles con una exposición al ruido superior a 65 dB. A los beneficiarios se les habría proporcionado un importe máximo de 3.000 euros por vivienda para instalar nuevas ventanas con un aislamiento acústico de al menos 30 dB. A pesar de la medida, el estudio no demuestra que este cambio haya supuesto una diferencia significativa en la percepción del ruido.