Mohamed Houli Chemlal, uno de los dos terroristas supervivientes de los atentados yihadistas del 17-A en Cataluña, en la Comisión de Investigación sobre los Atentados en el Congreso de los Diputados

Mohamed Houli Chemlal, uno de los dos terroristas supervivientes de los atentados yihadistas del 17-A en Cataluña, en la Comisión de Investigación sobre los Atentados en el Congreso de los Diputados EFE

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La ciencia explica cómo se radicalizaron los terroristas del atentado del 17A en Barcelona

Las cuestiones psicológicas y las actitudes subjetivas crearon "un desequilibrio para favorecer el proceso" que no pudieron ser compensados con las experiencias sociodemográficas positivas que habían tenido

Más información: El jefe de Prevención de Extremismos de los Mossos durante los atentados del 17A da por cerrado el caso judicial y policialmente

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Un estudio científico llevado a cabo por los Mossos d'Esquadra y tres universidades españolas ha analizado los factores de riesgo y protección para determinar cómo se radicalizaron los miembros de la célula terrorista que perpetró los atentados yihadistas del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils. Han demostrado que las cuestiones psicológicas y las actitudes subjetivas crearon "un desequilibrio para favorecer el proceso" que no pudieron ser compensados con las experiencias sociodemográficas positivas que habían tenido previamente, las cuales "habrían podido evitar" su pensamiento extremista.

En concreto, fueron cuestiones como la conexión dentro del grupo, la búsqueda de significado, la amenaza simbólica o el autoritarismo, así como las actitudes segregacionistas y antidemocráticas, las que tuvieron más peso a la hora de radicalizar a los diez miembros de este grupo terrorista que se comenzó a constituir entre finales de 2014 e inicios de 2015, ha explicado la policía catalana en un comunicado este lunes.

Por contra, la protección que podría haber brindado contra el extremismo la experiencia de integración social resultó insuficiente ante la gravedad de los factores de riesgo ante los que los integrantes del grupo se vieron expuestos, los cuales no pudieron ser contrarrestados: "Las amistades que todos ellos mantenían con gente externa a la célula no fueron suficientes para neutralizar las acciones violentas que cometieron".

En la investigación ha participado la Comissaria General d'Informació de los Mossos d'Esquadra, el departamento encargado de casos de terrorismo, y el grupo Conflict and Human Security, liderado por el doctor Manuel Moyano Pacheco e integrado por expertos de las universidades de Córdoba, Granada y Burgos, y los resultados han sido publicados en la revista Behavioral Sciences of Terrorism and Political Aggression.

Factores de riesgo bien reforzados

El texto académico constata también que "el proceso de radicalización violenta tiene una naturaleza multifactorial", por lo que ha sido necesario analizar el cuadro completo para discernir qué variables tuvieron un mayor peso para el caso estudiado.

En este sentido, los investigadores han demostrado que los factores de riesgo estaban "más conectados entre sí y mantenían un fuerte vínculo, como en una red bien estructurada y compacta". En cambio, los factores protectores estaban desvinculados entre sí y no estaban lo suficientemente reforzados, de modo que "los primeros neutralizaron el posible efecto positivo de los segundos".

Desarrollo de herramientas

El estudio fue impulsado a raíz del proyecto Camins, puesto en marcha tras los atentados con el objetivo de evaluar y mejorar los programas de prevención del extremismo violento, los PREV, los cuales son "uno de los principales retos de seguridad en Cataluña", apostillan los Mossos.

Los resultados obtenidos permiten "avanzar en el desarrollo de herramientas de apoyo" para mejorar la evaluación del riesgo y el conocimiento de los procesos de radicalización, un fenómeno sobre el que la policía catalana lamenta que "el conocimiento actual todavía es limitado", pero muy necesario para "anticipar este problema social".

Método de investigación

Para realizar esta investigación, los expertos han tenido acceso a los datos recabados por los Mossos d'Esquadra para el informe policial del Caso Ramblas, tutelado por el Juzgado Central de Instrucción número cuatro de la Audiencia Nacional. Estas informaciones incluyen 200 declaraciones policiales, 50 entrevistas a familiares, amigos y otras personas del entorno de los terroristas, 123 evidencias tecnológicas, 25 pruebas físicas, 18 pruebas virtuales, así como varios informes complementarios sobre los individuos.

Todos los datos fueron codificados para tratarlos de manera anónima y evitar conflictos éticos y sesgos de cualquier tipo. Luego se clasificaron en cinco secciones -factores sociodemográficos, experienciales, criminógenos, psicológicos y creencias subjetivas- para aclarar cuáles tuvieron mayor peso.