Una mancha de sangre en el suelo y dos impactos de bala en la calle Comte Urgell

Una mancha de sangre en el suelo y dos impactos de bala en la calle Comte Urgell Crónica Global

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Tiroteo en el Eixample: cuatro disparos de una carabina a 100 metros de Francesc Macià

Hablan los vecinos de Comte Urgell que lo vieron todo: la víctima paseaba con su perro cuando fue sorprendida por el agresor, quien le disparó con un arma larga

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A tan solo 100 metros de la plaza Francesc Macià, en una de las zonas más tranquilas de Barcelona, y con un arma larga en medio de la calle, ante los ojos de una buena docena de personas que terminaban de cenar en las terrazas de la calle Comte Urgell: este es el escenario del último intento de homicidio ocurrido en Cataluña, minutos antes de la medianoche de este sábado.

La víctima, vecino del barrio, acababa de bajar a la calle y justo empezaba un paseo con su perro cuando fue sorprendido por una persona que sacó una carabina, "o un arma larga parecida" escondida en la gabardina que vestía, le apuntó con ella y disparó dos veces. Luego iniciaron una corta persecución calle abajo y se oyeron dos tiros más, hasta que el agresor cayó al suelo y perdió la pista de su objetivo.

Así lo cuenta a Crónica Global un vecino que fue testigo de la acción, pues justo ocurrió frente a su portal, en el número 239 de Comte Urgell, en el Eixample. La fachada del restaurante adyacente ha quedado marcada por dos impactos de bala, un tercero ha dañado el cristal del escaparate de un concesionario de coches y, el cuarto, se incrustó en el hombro de la víctima. Doce horas después, todavía hay sangre en la acera.

Persecución en Comte Urgell

"La víctima soltó al perro, se le cayeron el teléfono y las llaves, y salió corriendo hacia abajo", explica el vecino. En el paso de cebra se produjo el último disparo, antes de que el pistolero cayera al suelo y la víctima aprovechara para perderse: "Cuando el agresor vio que ya no podía alcanzarlo, huyó corriendo hacia arriba".

El herido terminó llegando al Clínic por su propio pie, pues el centro hospitalario está situado a menos de 500 metros del lugar donde se produjeron los hechos. Allí ingresó en estado grave por el impacto de una de las balas.

Al mismo tiempo, uno de los testigos llamó a los servicios de emergencias y, rápidamente, "se llenó la calle de policía", que acordonó la zona. Allí apareció también una mujer, al parecer la pareja de la víctima, quien se hizo cargo del perro, que había quedado abandonado durante unos minutos.

Identidades desconocidas

La Divisió d'Investigació Criminal (DIC) de los Mossos d'Esquadra se ha hecho cargo del caso para tratar de averiguar las circunstancias de lo ocurrido, así como identificar al agresor y localizarlo. Otro de los testigos oculares, una mujer, también vecina del entorno, ha podido describir que, además de llevar una gabardina --en agosto--, el agresor llevaba puesto un sombrero que, en la oscuridad de la noche, le protegía de ser visto.

Sobre la víctima ha trascendido también poco, aunque fuentes no oficiales han indicado a este medio que podría tratarse de un hombre de origen serbio que se encontraba disfrutando de un permiso penitenciario. El hombre viviría en la misma calle donde fue herido mientras paseaba al perro.

Lamentan inseguridad

Un tercer vecino ha apuntado a la inseguridad que sintieron en la noche del sábado todos aquellos que se encontraban por la zona: "De pronto teníamos a una persona disparando en medio de la calle como si esto fuera Ciudad Juárez", hiperboliza.

"Teníamos casquillos de carabina en medio de la calle", señala el primero de los interlocutores con incredulidad sobre lo ocurrido.

Más allá de este suceso que, reconocen, "está totalmente fuera de lo normal", sí aseguran haber detectado un aumento de la criminalidad: "Nos sentimos con muchísima inseguridad". Lamentan que la zona siempre había sido "muy tranquila", pero que, desde hace "un par de años", han incrementado incidentes como los "asaltos para robar móviles".