Uno de los teléfonos recuperados en el marco de esta investigación

Uno de los teléfonos recuperados en el marco de esta investigación Mossos d'Esquadra

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Robado en Sitges, vendido en Marruecos: el negocio millonario de los móviles sustraídos

Se trata del mayor operativo contra la receptación de móviles en Cataluña, con más de 1.000 terminales recuperados y 20 detenidos por parte de los Mossos d'Esquadra

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Agentes de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d’Esquadra han desmantelado diversas estructuras criminales dedicadas a la compra-venta de teléfonos móviles robados principalmente en Barcelona.

Según ha explicado el Inspector Lisard Hidalgo, jefe de la DIC Barcelona, se trata del mayor golpe policial contra la receptación de móviles en Cataluña, y uno de los operativos más ambiciosos realizados dentro del 'Pla Kanpai', una estrategia integral para combatir la multirreincidencia delictiva.

En la operación han participado también agentes de la Unidad de Investigación de la comisaría de Ciutat Vella, del Área Regional de Investigación de Barcelona y de la DIC. El balance del dispositivo es contundente: 20 personas detenidas, 11 entradas y registros (entre domicilios y comercios), 1.022 teléfonos móviles recuperados, 74 ordenadores, 32 tabletas, 15 datáfonos y 43.000 euros en efectivo intervenidos. El valor estimado del material en el mercado ilícito supera los 400.000 euros.

Receptación, estafas y posterior venta

El caso ha permitido desenmascarar un entramado criminal complejo, formado por varios grupos que colaboraban entre sí. No se trataba de una única organización, sino de una red interconectada especializada en la recepción, manipulación y reventa de dispositivos robados, además de la ejecución de estafas digitales sofisticadas.

Estos grupos daban salida a móviles robados mayoritariamente en Barcelona y su área metropolitana, pero también en otras partes de Cataluña y España.

Imagen de unos furgones de los Mossos d'Esquadra, archivo

Imagen de unos furgones de los Mossos d'Esquadra, archivo Europa Press

Los investigadores han identificado tres fases clave en la operativa de estas redes: en primer lugar, adquirían los teléfonos sustraídos; a continuación, aprovechaban para estafar a los propietarios de estos dispositivos mediante un software mediante el cual conseguían sus credenciales; y, en tercera instancia, revendían los teléfonos.

En este sentido, si quedaba bloqueado, se enviaba a Asia (principalmente China) para su despiece o reutilización. Los móviles aún funcionales se exportaban también a Marruecos, habitualmente por vía terrestre.

"Crime as a service"

Durante la investigación, se descubrió que las víctimas que habían sufrido el robo o pérdida de su teléfono comenzaban a recibir mensajes fraudulentos —con apariencia legítima— que les solicitaban introducir sus credenciales para, supuestamente, recuperar su dispositivo.

En realidad, esos datos iban a parar a manos de los delincuentes, que realizaban compras fraudulentas en pequeños comercios del mismo entorno (carnicerías, fruterías, supermercados...), en colaboración con los receptadores.

Una de las piezas clave del entramado era un grupo de ciberdelincuentes afincados en Sabadell, que ofrecía servicios digitales de suscripción a otros criminales. Su tarea consistía en proporcionar software malicioso y generar enlaces de phishing personalizados para facilitar las estafas.

Se trataba de un claro ejemplo de "crime as a service", una práctica cada vez más habitual en el entorno del cibercrimen.

Móviles robados dentro y fuera de Cataluña

El inspector Lisard Hidalgo, jefe de la DIC en Barcelona, señaló en la rueda de prensa que “Barcelona se ha convertido en un hub de criminales profesionales que vienen a la ciudad a delinquir, algo que también ocurre en otras grandes capitales europeas”.

Según datos de Mossos, en Cataluña se roban diariamente 155 móviles. Solo en el primer semestre del año se han sustraído 27.953 teléfonos móviles y se han practicado 1.180 detenciones, casi la mitad en Barcelona.

Investigador de los Mossos d'Esquadra durante un registro anterior

Investigador de los Mossos d'Esquadra durante un registro anterior Mossos d'Esquadra

En esta operación se identificaron puntos fijos de receptación en el barrio del Raval, donde los móviles sustraídos eran localizados a través de apps de geolocalización. Algunas víctimas observaron que sus teléfonos se movían entre distintos domicilios, en los que se detectaron “vigilantes” cuya función era alertar de la presencia policial y espantar posibles víctimas.

Además de hurtos y robos cometidos en el transporte público, playas, terrazas y zonas de ocio nocturno de Barcelona, también se recuperaron móviles sustraídos en festivales (Hospitalet, Sitges, Montmeló o Cassà), así como en otras ciudades del Estado como Madrid (Torrejón de Ardoz), Valencia, Sevilla (Feria de Abril) o Jerez de la Frontera. Incluso se identificaron terminales procedentes de Lisboa y Milán.

Impacto y seguimiento

Hasta ahora se ha podido confirmar la devolución de 45 móviles a sus legítimos propietarios, aunque muchos siguen sin poder ser identificados por falta de denuncia o imposibilidad de acceso al IMEI. Se están llevando a cabo gestiones con operadoras para localizarlos.

De los 171 móviles que ya figuran como sustraídos en denuncias, se ha determinado que provienen de distintos tipos de delito: hurtos (la mayoría), robos con violencia, pérdidas e incluso situaciones accidentales (una mujer que lo olvidó en un taxi o un ciclista que lo perdió en Cornellà).

Imagen de dos de los teléfonos móviles sustraídos y recuperados en el marco de esta investigación

Imagen de dos de los teléfonos móviles sustraídos y recuperados en el marco de esta investigación MSG

Durante los registros, varios dispositivos estaban envueltos en papel de aluminio para evitar su localización por GPS. Muchos fueron llevados a la comisaría de Les Corts, desde donde los investigadores continúan con las tareas de identificación. De hecho, varias víctimas se personaron hasta el complejo policial al detectar que su teléfono daba señal en las instalaciones de Mossos.

Una investigación enmarcada en el 'Pla Kanpai'

Esta operación se inscribe en el Pla Kanpai, una estrategia policial para atacar las estructuras criminales que hacen posible la actividad de los multirreincidentes. Desde su implementación, se han llevado a cabo siete macro operativos en distintas localidades, estaciones de tren y aeropuertos, con más de 13.000 identificaciones y más de 400 personas detenidas o investigadas.

La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones. Está previsto que próximamente se habilite en la web de Mossos d’Esquadra un espacio para facilitar a la ciudadanía la localización de terminales recuperados.