Panorama gris: el Baix Ebre, cubierto por el humo del incendio

El Baix Ebre arde. Este lunes empezó en Paüls un preocupante incendio que sigue activo más de 24 horas después. Ya ha afectado al menos a 3.317 hectáreas, ha teñido la zona de gris, se han confinado nueve municipios, y el Govern ha movilizado incluso a la Unidad Militar de Emergencias (UME). 

Tortosa se ha erigido como el campamento base para autoridades y prensa. Es la capital de la comarca y, a la vez, el lugar accesible más cercano al epicentro del fuego. El ayuntamiento ha cedido su pabellón ferial para levantar el Centro de Comandamiento Avanzado de los bomberos y la UME.

Todos los cuerpos coordinados

Están aquí instalados Bombers de la Generalitat, Mossos d’Esquadra, Agents Rurals, Protecció Civil, la mencionada UME, la Guardia Civil y las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF).

Servidos de carpas de emergencias. Helicópteros y camiones aparcados esperan afuera por si acaso, aunque en el terreno los cuerpos de emergencia ya tienen múltiples dotaciones. Paüls está a escasos 20 kilómetros.

Brigadistas de las BRIF, en Tortosa Luis Miguel Añón

Comparecencias de Illa y Parlon

Salvador Illa, presidente de la Generalitat, y Núria Parlon, consellera de Interior, han pasado por el centro para apoyar a los profesionales y conocer de primera mano la última hora. Han atendido a los medios con visibles caras de preocupación.

Parlon lucía un rosario, quién sabe si el de la suerte, para situaciones límite. La consellera ya trabajó intensamente en tareas de prevención durante la primavera, y ahora lo hace en la contención.

Illa ha admitido que no son optimistas con el escenario. Hasta el momento hay tan solo cuatro heridos leves. Podría ser peor, teniendo en cuenta la magnitud del suceso. Funciona el confinamiento que ha ordenado Protecció Civil.

Núria Parlon mira a Salvador Illa durante una comparecencia del presidente Luis Miguel Añón

El panorama en Tortosa no es tan desolador como el que viven ahora mismo los nueve municipios clausurados o el Parc Natural dels Ports. Es más bien un panorama gris. Gris como el cielo, teñido por el humo. Y por las cenizas. Humo que provoca que algunos viandantes opten por protegerse del todo y usar mascarillas, ante un olor difícil de digerir.

Un panorama gris como el labrado a 20 kilómetros al oeste. No hay víctimas de gravedad, pero tampoco optimismo. Las autoridades, e Illa el primero, ven lejos la posibilidad de estabilizar el fuego pronto. Pero el cambio de vientos, de un mistral característicamente seco al de marinada, abre un marco de esperanza.