
D.G.V., durante una entrevista en Crónica Global Barcelona
Un jurado popular decidirá el futuro de D. V. G., el mosso acusado de colaborar con narcos
El agente quedó en libertad provisional aunque acusado de un presunto delito de cohecho
Más información: Habla el mosso acusado de vender información a unos narcotraficantes: "Se ponen en mi boca palabras que nunca he dicho"
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La causa contra el agente de los Mossos d’Esquadra D. G. V., acusado de filtrar información policial a narcotraficantes a cambio de sobornos, será juzgada por un jurado popular.
Así lo ha resuelto el magistrado-juez del Juzgado de Instrucción número 4 de Cerdanyola del Vallès, quien ha determinado que el procedimiento se tramite ante el Tribunal del Jurado, al tratarse de un presunto delito de cohecho.
De este modo, nueve ciudadanos serán los encargados de analizar las pruebas, valorar los hechos y emitir un veredicto. La decisión definitiva sobre la pena recaerá, posteriormente, en un tribunal profesional.
La defensa de D. G. V. celebra este giro procesal. “Un tribunal popular está perfectamente capacitado para analizar las pruebas y dilucidar la verdad de los hechos”, afirma Álvaro Machado, letrado de Vosseler Abogados, que representa al agente. “Estamos convencidos de que, una vez presentadas todas las evidencias, el jurado declarará su inocencia de los supuestos delitos que se le atribuyen”.
Defiende su inocencia
Fue Crónica Global quien entrevistó en exclusiva al agente D. G. V. poco después de su puesta en libertad. En aquella conversación, el mosso defendió su inocencia y denunció que estaba siendo víctima de una confusión alimentada por tensiones internas dentro del cuerpo.
“He sido leal a mi uniforme y a la institución”, aseguró entonces. Su testimonio, publicado en noviembre de 2024, fue el primero en dar voz al acusado y aportar su versión de los hechos.

D.G.V., durante una entrevista en Crónica Global Barcelona
Detenido en su casa
El caso estalló el 15 de noviembre de 2024, cuando agentes de la Divisió d’Afers Interns (DAI) de los Mossos irrumpieron en casa de D. G. V. y lo detuvieron. El agente, que por entonces estaba destinado en la Unidad Central de Secuestros y Extorsiones (UCSE), quedó detenido por su presunta vinculación con una banda de narcotraficantes que operaba desde Sabadell.
La acusación inicial señalaba que el agente habría vendido información confidencial a esta red criminal.
Puesta en libertad
Sin embargo, solo cuatro días después, el juez del Juzgado de Instrucción número 4 de Sabadell ordenó su puesta en libertad provisional al no apreciar indicios suficientes para decretar su ingreso en prisión. En su auto, el magistrado señalaba que “no ha lugar la adopción de la medida de prisión provisional comunicada y sin fianza”.
La defensa del agente insiste en que su cliente “no tiene absolutamente nada que ver con las actividades delictivas de las personas con las que lo han relacionado”. Según Machado, en el domicilio del acusado no se hallaron ni armas, ni dinero, ni drogas. “La DAI vuelve a estar en el punto de mira al señalar a agentes sin sostener pruebas incriminatorias”, añadió.
Los límites del acceso a la información
Uno de los puntos clave de la estrategia de defensa es desmontar la posibilidad de que D.G.V. pudiera haber filtrado información policial de forma ilegal. “Hoy en día, si un agente no está autorizado expresamente en el SIP-PI —el sistema de información de la Policía de la Generalitat— en una investigación concreta, no es posible acceder más allá de una matrícula y una dirección”, explica Machado. Datos, añade, que también figuran en registros públicos y “no comprometen la seguridad colectiva”.
Un juicio con impacto institucional
El futuro de este mosso será decidido por un grupo de ciudadanos anónimos, en un proceso que pondrá a prueba no solo su credibilidad, sino también la imagen de los Mossos d’Esquadra. De confirmarse las acusaciones, supondría un duro golpe a la confianza en la policía catalana. Pero si se demuestra su inocencia, el caso volverá a poner en cuestión el celo de la DAI a la hora de señalar a sus propios agentes.
Para Vosseler Abogados, este juicio será la oportunidad definitiva de demostrar que el procedimiento carece de base probatoria suficiente. “Nuestro cliente está en libertad provisional porque no hay sustento que justifique otra medida. Confiamos en que el jurado así lo entienda”, concluye el letrado.