
Portal 28 de la calle Unió Barcelona
El ‘Pelicot catalán’ se escondía en el 28 de la calle Unió: presumido, solitario y con un Mercedes blanco
Teófilo L. M., cabecilla de la banda de pederastas, vivió en este destartalado portal
Los vecinos de la finca, en el barrio del Raval de Barcelona, apuntan a un misterioso hombre, instalado en el ático, que "desapareció"
Más información: En una de las guaridas del 'Pelicot catalan'
La calle Unió apenas mide 150 metros. Se trata de uno de los callejones que, desde la Rambla, a la altura del Liceu, se adentran hacia el barrio del Raval.
Sus vecinos, un enclave especialmente castigado por la degradación del conjunto del distrito, están “acostumbrados” a ver a los Mossos d’Esquadra por allí. No se sorprenden de que un pederasta como Teófilo L. M., el conocido como Pelicot catalán, hiciera y deshiciera por la zona, concretamente en el número 28 de la calle.
Los lugareños, en cualquier caso, apuntan al ático del inmueble. El hombre "desapareció" hace alrededor de un año.

Calle Unió en el Raval de Barcelona Barcelona
Un Mercedes blanco
En mayo de 2024, los Mossos detuvieron a Teófilo --que podría haber estado utilizando una identidad falsa-- y a otras 16 personas, 14 de las cuales fueron posteriormente puestas en libertad.
De este modo, el Pelicot catalán salió esposado de este portal, más deteriorado que los contiguos, y dejó de verse por allí al vecino del 3º 1ª. También se esfumó su bicicleta de gama alta por sus características, e hizo lo propio el “llamativo” Mercedes blanco que aseguran haberle visto conducir y que aparcaba en el párking de Unió, 7, gestionado por el coliving contiguo Live It Ramblas, de cuatro plantas y ahora en obras.

Calle Unió Barcelona
"No me daba buena espina"
"Era un hombre muy solitario, no me daba buena espina", asegura Amalia. Lleva más de 60 años viviendo allí, y define a quien fuera su vecino como "presumido", con barba y bigote arreglados, algunas entradas y "bien vestido".
Josep Maria, propietario de la bodega Valls, a dos pasos del 28, coincide con esta descripción. "Venía solo muy ocasionalmente", añade, "se tomaba algo rápido y se marchaba". No dijo su nombre a los habituales del bar, centro neurálgico de "los de toda la vida": "Lo recordaríamos".

Escalera de la finca de la calle Unió 28 Barcelona
"Se levantaba muy tarde"
Sus vecinos de escalera tampoco le identifican como Teófilo, aunque aseguran no haber hablado con él más de "la típica conversación de ascensor". Desconocen si era electricista, pero algunos ponen en duda que trabajara: "Se levantaba muy tarde". Uno de ellos, que sí conversó con él frente a la puerta del ático en una ocasión, asegura que le contó que era ingeniero.
"Dijo que había vivido en muchos lugares y que hablaba idiomas, me dio la impresión de ser un hombre manifiestamente culto e inteligente", explica. "Lo suficiente como para reformar el piso por completo solo con la ayuda de otra persona", añade. Fue la única vez que le vieron con alguien.

Calle Unió Barcelona
El ático del 'Pelicot catalán'
Presumiblemente sin cédula de habitabilidad, esta vivienda de dos estancias comparte planta con la azotea del edificio. Era la antigua residencia del portero de esta finca, en su día propiedad de familias pudientes del centro de Barcelona y hoy, toda ella, en manos de una inmobiliaria.
No son más de 30 metros cuadrados, pero no hay vecinos alrededor que pudieran enterarse de las atrocidades que, presuntamente, allí se cometían, al menos, desde 2016.
Nada inusual
Los de las plantas inferiores, acostumbrados a los "ruidos extraños" que "cada noche" padecen en la calle Unió y aledaños, no escucharon nunca nada especialmente inusual. Sí recuerdan, no obstante, un "jaleo" con los Mossos "hace aproximadamente un año".
Ese es el tiempo que lleva Teófilo encerrado en prisión y el ático de este edificio sin el misterioso hombre. Otra persona, ilocalizable por ahora, se presentaría como la nueva inquilina del loft poco tiempo después de aquello.