Un grupo del Imserso se quedó desamparado en la estación de Barcelona-Sants a las cuatro de la mañana. Barcelona
Desde Valdejalón a Sants: la UME rescata a un grupo de 46 personas del Imserso
Los viajeros con destino a Tarragona se quejan de la poca información y la falta de previsión de la gestora: "El Imserso mal, muy mal"
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Las últimas horas son críticas en la estación de Barcelona-Sants. El apagón de electricidad sigue afectando a toda España y el servicio ferroviario se recupera poco a poco tras el parón que, desde este lunes, ha dejado trayectos suspendidos, atrasados o sin información. Una de las estampas más llamativas ha sido la de un grupo de 46 personas mayores que llegaron a la terminal sin atención del Imserso.
"El Imserso mal, muy mal", se quejan los viajeros ante las cámaras de televisión que se agolpan a su alrededor. Llegaron a las cuatro de la mañana y esperaban algún tipo de información por parte de la organización, pero se encontraron con el silencio hasta las 11.30 horas cuando, con vítores y aplausos irónicos, han recibido nuevas noticias. El viaje ha sido largo y tortuoso: la salida tuvo lugar en Toledo y, en un punto perdido de Zaragoza, el tren se paró a causa del cero energético.
Un "monumento" a los equipos de emergencia
"Hay que hacerles un monumento a los de Protección Civil", cuenta uno de los afectados enseñando una foto del cuerpo de Valdejalón, el pueblo de la comarca aragonesa del que estaban más próximos tras quedarse atrapados en las vías. "No nos han dejado solos ni un minuto y nos han evacuado del tren", afirma su compañera.
Maletas amontonadas en Sants, la mañana después del apagón Barcelona
En mitad del campo aragonés, la usuaria del Imserso relata que se encontraban a dos metros de altura y, por tanto, tuvieron que esperar a la Guardia Civil y Protección Civil para trasladar a los 46 integrantes del viaje que, de edad avanzada, eran incapaces de saltar desde el convoy. La primera tanda llegó a Valdejalón a las 23.30 horas y la segunda, con la asistencia de la Unidad Militar de Emergencias (UME), a las 02.45 de la madrugada. "Gente del pueblo utilizó su coche para llevarnos y traernos", recuerda.
Sin explicaciones y con dolores
Con el objetivo de llegar a Tarragona, los trasladaron a esas horas desde Zaragoza a la estación de Sants y lograron pisar tierra a las cuatro de la mañana. Ahí, ya estaban solos. En la noche, se encontraron con más de dos centenares de personas que buscaban cobijo en las instalaciones barcelonesas después de que los trayectos ferroviarios quedaran suspendidos.
Estación de Sants un día después del apagón Barcelona
"No es culpa de nadie lo que ha pasado, y a las cuatro es normal que no hubiera nadie, pero a las ocho de la mañana, a las nueve... ¡Ven y danos una explicación!, que está la cosa muy mal", se queja, airada, una de las visitantes. "Me duele desde las cervicales a la ciática", lamenta, preocupándose también por la salud de sus compañeras de viaje.
"Lo que tenemos ganas es de llegar al hotel", grita uno de los usuarios frente a un miembro de la organización que, viendo el percal, ceja en su empeño de leer el listado de nombres y pasa a señalarles el camino al autobús. El traqueteo de las maletas comienza y prosiguen hacia la costa dorada, tal vez con la esperanza de olvidar pronto este disgusto y que se convierta en anécdota.
