
Joan Colom, subdirector general de adicciones en Salut Barcelona
Joan Colom, padre de la lucha contra las drogas en Cataluña, se jubila: "¿Cocaína? En 40 años he visto que el alcohol es lo peor"
"En Cataluña no se verán las escenas que el fentanilo ha dejado en Estados Unidos, pero si llegaran, estamos preparados"
Habla con Crónica Global tras retirarse este abril con cuatro décadas de trayectoria en el zurrón
Más información: La última revolución de Joan Colom: el padre de la lucha contra la droga en Cataluña se jubila con un plan rompedor
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Joan Colom Farran, el padre de la lucha contra las drogas en Cataluña, se ha jubilado este abril tras más de 40 años dedicados a reducir el impacto de las adicciones. Inició su carrera en los 80 casi con la llegada de la heroína y la termina con la amenaza del fentanilo, pero subraya que, en todo este tiempo, los mayores estragos los ha causado el consumo de alcohol.
Lleva en la Consejería de Salud desde 1982 y ha ocupado el cargo de subdirector general de Drogodependencias de la Agència de Salut Pública de Catalunya desde 2004, cartera que más tarde pasaría a ser la de Addiccions, VIH, ITS i Hepatitis Víriques. Ha sobrevivido a Governs tanto nacionalistas como del PSC. Presidents de todos los colores han contado con su valía, que apenas tiene parangón.
Se va con los deberes hechos y varios proyectos en marcha que serán su legado en el Departamento. Y aún jubilado desde hace tres semanas, asegura a Crónica Global no haber parado de trabajar, pues quiere mantenerse activo en tareas de divulgación y apoyo a la siguiente generación.
- ¿Cómo ha evolucionado el consumo de drogas en sus 40 años de carrera?
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En los años 80 teníamos la heroína, en los 90 nos entró la cocaína como sustancia importante y a finales de la misma década llegaron las drogas de síntesis ligadas al mundo del ocio nocturno, como el éxtasis o MDMA, la metilendioximetanfetamina. En paralelo, ha ido el consumo de cannabis y de alcohol, que es el más importante desde un punto de vista de salud pública por la magnitud, el impacto y el problema que genera.
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¿Qué ocurre con el alcohol?
- El mayor problema de drogas lo tenemos con él, pero no hay una percepción de riesgo porque está muy integrado culturalmente. Es realmente destacable que el 80% de las personas en Cataluña consumen alcohol y que el 20% ha tenido un periodo de embriaguez en el último mes; además, un 20% de los menores de 14 a 18 años hacen un consumo intensivo, es decir, de más de seis bebidas en una misma salida.
El alcoholismo es responsable del 6% de las muertes en Cataluña y de más del 50% de las urgencias médicas causadas por el consumo de drogas. Y la mitad de los tratamientos demandados en la red pública de centros de atención a la drogodependencia se deben al alcohol.
- ¿Peor que la heroína o la cocaína?
- Como hay mucha gente que lo consume, las consecuencias son más elevadas que las de otras sustancias como la heroína o la cocaína. Del alcohol se derivan multitud de problemas relacionales y más de 200 patologías, por no hablar de los daños a terceros.
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¿Cuales son estos daños a terceros?
- Hay multitud. Algunos ejemplos son los accidentes en los que se involucra a personas que no habían consumido alcohol, la madre que bebe durante el embarazo y provoca síndrome alcohólico fetal en el bebé, la reducción de la actividad académica. También puede aumentar la violencia o llevar a relaciones sexuales no protegidas.
La cuestión de la pérdida de productividad es extraordinaria. Hicimos un estudio sobre los costes sociales del alcoholismo y vimos que el 50% afectaba directamente a la productividad, especialmente por el presentismo, es decir, ir a trabajar en condiciones por debajo de las normales o, directamente, el absentismo laboral. -
¿Cuándo se convierte uno en adicto al alcohol?
- No todo el mundo que consume alcohol es alcohólico, se considera adicción cuando se pierde el control de lo que se bebe. El alcohólico clásico es el que presenta una sintomatología clínica de dependencia, el que no sabe hacer nada sin consumir. Ahora se ha puesto muy de moda otra tipología: alguien que sale mucho, tiene mucha actividad externa con encuentros, comidas, cenas, fiestas… No suele beber de lunes a miércoles, pero llega el jueves, el viernes, el sábado y el domingo y no para de consumir.

Joan Colom, subdirector general de adicciones en Salut Barcelona
- Hablaba de la cultura del alcohol…
- Educamos a los adolescentes en un país con una cultura vitivinícola muy potente, en la que no hay ninguna tradición, ni celebración familiar, ni social, ni siquiera deportiva, sin alcohol. Está presente en todas partes, con publicidad directa e indirecta, con anuncios, emplazamiento de producto en el cine… En los bares, las sillas, las mesas y los parasoles están patrocinados y financiados por determinadas marcas de bebidas alcohólicas.
- Cataluña tiene un problema con el cultivo y el tráfico de marihuana. ¿Cómo impacta ello en la salud pública?
- Cataluña tiene un clima que ha hecho proliferar los cultivos de cannabis, pero la mayor parte de la recolecta se exporta a Europa, especialmente a Países Bajos. Los decomisos no están proporcionalmente relacionados con el consumo; sin embargo, este sigue siendo un grave problema, de nuevo, por ser, de entre las drogas ilegales, la que tiene una menor percepción de riesgo.
Hace unos diez años, el 30% de los adolescentes de 14 a 18 años había consumido cannabis al menos una vez en el último mes; hoy en día estamos entre el 13% y el 18%. La cuestión no se ha solucionado, pero está cambiando.
- ¿Ha llegado el fentanilo a Cataluña?
- Actualmente, no digo ninguna mentira al afirmar que, objetivamente, no hay fentanilo en nuestro país. Lo sabemos porque tenemos varios indicadores: analizamos las muertes producidas por reacciones adversas al consumo de drogas y no encontramos fentanilo, miramos las urgencias hospitalarias y tampoco hay fentanilo.
En las 15 salas de consumo que hay en Cataluña, hemos introducido el testing, así que, además de ofrecer material y la supervisión de un experto, ahora también se da la posibilidad de examinar muestras de las sustancias que se van a consumir, y no hemos encontrado fentanilo, pese a que sería el lugar donde lo veríamos si lo hubiera. - ¿Veremos las escenas que llegan de Estados Unidos sobre el consumo de fentanilo?
- No lo creo, aunque el sistema público de salud está prevenido. El origen del problema en Estados Unidos es que, durante décadas, se promocionó el uso de opioides para el dolor crónico, pero cuando se dieron cuenta de que miles de personas se habían vuelto adictas, frenaron las prescripciones y estas se tuvieron que buscar la vida en la calle. Encontraron un sustituto en el fentanilo sintético porque es fácil y barato de producir en laboratorios clandestinos.
- Sin embargo, aquí tenemos otra manera de encarar las adicciones, gracias al sistema de salud público.

Joan Colom, subdirector general de adicciones en Salut Barcelona
- ¿Qué le ha faltado por hacer en estos 40 años de carrera?
- Tenemos el reto de diversificar el tratamiento: para todo tipo de patologías hay multitud de fármacos, pero muy pocos para adicciones. Durante muchos años he estado trabajando, y mis compañeras lo continuarán haciendo, en el tratamiento con heroína para las personas afectadas por dependencia a esta sustancia; es decir, la heroína convertida en un medicamento.
- Interesante...
- Dirigí un grupo de profesionales y publicamos un ensayo clínico en el que pudimos contrarrestar la heroína que tomaban de la calle en tan solo un día cuando la prescríbiamos los facultativos. Hay un grupo de personas afectadas por la dependencia a la heroína que no encajan en los programas de metadona, ni en los libres de drogas, ni en las comunidades terapéuticas, ni con los de reducción de daños y continúan consumiendo heroína.
- A esas personas, que no son la mayoría, ¿por qué no ofrecerles la propia sustancia que les provoca el problema, bajo control terapéutico médico?