
Imagen de archivo de la campaña de vacunación
La maldita ‘culebrilla’
El desbarajuste vacunal autonómico añade peligro y arbitrariedad al terrible herpes zóster
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Dicen los expertos que nadie, sobre todo a partir de los 50, está a salvo del famoso herpes zóster o culebrilla, una dolorosa enfermedad infecciosa, que puede comportar neuralgia y dejar secuelas.
Al terrible peligro se añade el desbarajuste autonómico con calendarios irracionales de vacunación, única forma eficaz para prevenirlo.
“Los responsables sanitarios ministeriales y autonómicos podrían distribuir las vacunas por sorteo atendiendo por ejemplo en el rango de edad considerado a que el reintegro del gordo de Navidad coincida con la tarjeta sanitaria o el DNI”, bromeaba en un artículo Rafael Matesanz, fundador y exdirector de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
“Sería igual de absurdo, pero al menos le daría más emoción y resultaría mucho más entretenido”, ironizaba.
Barullo de edades
El calendario fue consensuado por el Ministerio de Sanidad y las autonomías para empezar a los 65 años y a adultos con el sistema inmunitario debilitado por una enfermedad.
La edad de corte elegida parece razonable. Pero cada autonomía ha hecho de su capa un sayo. En lugar de priorizar a los de mayor edad, comenzaron por vacunar solamente a los de 65 y 80 años, dejando en tierra de nadie a los más mayores y a buena parte de entre 67 y 74 años.

Exterior de un ambulatorio en Madrid
Algunos ven con desesperación cómo se inmuniza gente más joven y con menos riesgo mientras a ellos se les deniega. Optan por adquirirla en farmacia con la correspondiente prescripción y 500 € (dos dosis).
Desafío económico
Los responsables sanitarios coinciden en que no se puede vacunar a todo el mundo de golpe por el elevado desembolso y la disponibilidad de vacunas.
En torno a diez millones de personas superan en España los 65 años. En el improbable caso de que todos se vacunasen, el coste rondaría los 5.000 millones de euros.
Pero más gravosos son los tratamientos. Y las hospitalizaciones, con un gasto médico de 7.152 euros por paciente. De 1998 a 2018 se registraron en España 65.000 ingresados, según el Instituto de Salud Carlos III. Este organismo cuantifica en casi 200.000 los diagnósticos anuales.
Criterios cabalísticos
Las vacunas se van adquiriendo a cuentagotas. También llama la atención la aplicación de criterios cabalísticos sin explicación razonable sobre las cohortes de edad.
Los calendarios presentan un mapa tan desigual que ni hechos adrede. Algunas autonomías van rezagadas. Andalucía empezó el pasado mayo. Extremadura y Murcia acaban de sumar los de 80 años a los de 65.
Cobertura muy desigual
El País Vasco, territorio más afectado por este herpes, lidera la implantación. Cubre a todos los grupos de edad. Ceuta incluye a los menores de 85 años, y Madrid inmuniza al grupo de 65 a 68, y de 72 a 83. Quedan en el limbo los situados entre medias y los posteriores.
En Baleares vacunan de 65 a 67 años y de 75 a 82. Cantabria lo hace de forma lineal de 65 a 72 y excluye a los de 80 años, precisamente los más vulnerables. Tampoco se inmunizan a esas edades en Navarra. Lo hacen de 65 a 67 y de 75 a 77 años.
La sanidad pública catalana empezó cubriendo en 2023 a quienes cumplían 65 y 80 años. En 2024 se añadieron hasta 68 y de 80 a 84. La franja de 68 a 79 y los de 84 en adelante se la tienen que costear de su bolsillo.
Demanda agazapada
Al desbarajuste se une una demanda escasa. Según el Consejo General de Enfermería, apenas se han vacunado en una década 600.000 personas frente a una enfermedad tan dañina.
Las comunidades que tienen datos como Andalucía, Comunidad Valenciana, Madrid y Castilla y León registran un porcentaje del 47% de los admitidos para la primera dosis y del 10% para la segunda.
Fatiga de vacunas
Las enfermeras expertas en la materia citan como mayor inconveniente la fatiga que presenta la población tras la pandemia, los bulos antivacunas en redes sociales y las anuales de covid y gripe.
Otro factor es la ausencia de campañas informativas. Las más llamativas fueron protagonizadas por Castilla y León, Galicia y la biofarmacéutica GSK, fabricante de la vacuna.
Serpientes monumentales
Bajo el lema El virus del herpes zóster vive en ti. Adelántate, GSK simuló mediante fotos y vídeos la picadura de una gran serpiente en monumentos emblemáticos: Cibeles (Madrid), Colón (Barcelona), Bécquer (Sevilla), Jaime I El Conquistador (Valencia) y María Pita (La Coruña).
“Dolor, desazón, quemazón, deja marcas, incapacitante… No permitas que la culebrilla te ataque”, insistían en sus mensajes. Terrible.
“Causa un dolor tan enorme que puede condicionar incluso la vida personal, laboral y social”, advirtió Pilar Fernández, directora del Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS). Se puede evitar.