
Una estampa de Jesús con el logotipo de Effetá Barcelona
‘Ábrete a Dios’: qué es Effetá, el retiro católico de moda entre los jóvenes sobre el que todos deben guardar silencio
Cataluña acoge 32 encuentros al año de esta organización católica nacida en Colombia y presente en 14 países
Miles de jóvenes dicen conocer a Dios en un fin de semana de gran estrés emocional previo pago de 130 euros
Más información: Dentro de Effetá: un fin de semana de retiro católico en secreto, sin móviles ni relojes, para conocer a Dios
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“Effetá nace como una respuesta a una sed de Dios de los jóvenes”. Así lo resume Santiago Clavijo, un joven colombiano que forma parte del actual Grupo Custodio, el máximo órgano mundial de esta organización católica que nació en Bogotá, Colombia, en 2013.
Se dieron a conocer al gran público en España en marzo de 2023, tras diez años operando en varios países. Se viralizó un vídeo en el que decenas de católicos de 18 a 30 años, participantes de este retiro testimonial de fin de semana, cantaban Madre Tierra de Chayanne en el Valle de Cuelgamuros.
Jóvenes católicos de Effetá bailan a ritmo de Chayanne en el Valle de los Caídos.
— #PorQuéTT (@xqTTs) March 24, 2023
El vídeo se ha hecho viral en redes. pic.twitter.com/GUTuwd1Ce7
Rodeados de un gran secretismo sobre su actividad y métodos, en Effetá se enorgullecen de haber evangelizado a miles de jóvenes en Latinoamérica, España y Estados Unidos. O en su propia jerga, de haber creado “un puente para acercar a Dios” a todos los que han pasado por sus retiros.
Muchos de ellos aseguran que esta experiencia, de tan solo 48 horas, les ha cambiado la vida.
Desde Colombia
Los jóvenes fundadores “habían vivido otros retiros, pero no encontraban en ellos una comunidad y sentían la necesidad de generar un grupo afín”. En declaraciones a Crónica Global, Clavijo detalla cómo se constituyó este colectivo que ha revolucionado la manera en que la Iglesia Católica se acerca a la generación milenial y Z.
El primer retiro lo organizó la parroquia de la Inmaculada Concepción de Chicó. Participó una treintena de caminantes -el nombre que reciben aquellos que viven esta experiencia por primera vez-. Y a las pocas semanas, el modelo empezó a replicarse en otras iglesias colombianas.
32 retiros al año en Cataluña
Una de las primeras caminantes de Effetá en Colombia se marchó a Madrid a estudiar. En la capital española, echó de menos la comunidad católica que se había construido en Bogotá. Detectó que la Iglesia Católica no llegaba a los jóvenes del país y se propuso importar el formato.
La estudiante entró en diferentes grupos cristianos y conoció a Luli Casero, vinculada a Emaús, un retiro similar para adultos que Francisco Duque había llevado a Colombia desde Miami. Con su ayuda y la de Rafael de Brigard, adaptaron la experiencia para un público más joven.
El primer retiro fuera de Colombia se organizó en la Universidad Francisco de Vitoria (perteneciente a la congregación de los Legionarios de Cristo) a finales de 2013. Y en uno de esos primeros encuentros, los servidores invitaron al entonces arzobispo de Madrid, Carlos Osoro; según trascendió, “le gustó tanto que les pidió que llevaran la palabra de Dios a los jóvenes”.
Actualmente, está presente en una treintena de ciudades españolas y se abren nuevos grupos prácticamente cada mes. Concretamente en Cataluña, hay grupos de Effetá en 16 parroquias, por lo que se celebran 32 retiros al año, puesto que cada comunidad debe organizar un fin de semana cada seis meses aproximadamente.
Cerca de un centenar de personas entre caminantes y servidores participan en cada encuentro, a razón de 130 euros por entrada.
"Retiro de iniciación cristiana"
Clavijo defiende que, hoy en día, muchos jóvenes “están perdidos” por haberse alejado de la fe. “Tienen una sed de Dios, de la que ni siquiera son conscientes”, argumenta.
Desde el Grupo Custodio de Effetá, los herederos de los fundadores sostienen que las nuevas generaciones “buscan respuestas” en los amigos, el trabajo, la pareja, los estudios y lo material. Sin embargo, a su parecer, se siguen sintiendo “vacíos” hasta que descubren que “la verdadera respuesta es que Dios está en su corazón”, algo que revelan tras su paso por el retiro.
Buscando ese efecto, definen Effetá como un “retiro de iniciación cristiana”, en el que “no se pretende hablar en profundidad de teología, sino reconocer que Dios existe”, para así iniciar el camino de la fe.
'Ábrete'
Effetá se basa en el pasaje de la Biblia en el que Jesús devuelve la audición y el habla a un hombre que es sordo y tartamudo; concretamente en el versículo de Marcos 7:34: “Luego, mirando al cielo, suspiró profundamente y le dijo: ¡Effetá!, que significa ¡ábrete!.”

Retiro Effetá Barcelona
La supuesta llamada a abrirse “es el mensaje que Jesús quiere dirigir a los jóvenes”, reza El Manual, el documento en el que se detallan todos los pasos de este método de evangelización y al que ha tenido acceso Crónica Global.
Effetá parte de la base de que, para llegar a la fe, hay que, en cierto modo, forzarse (lo que llaman “abrirse”) a uno mismo a creer en la existencia de Dios. La organización ve a los caminantes como “almas que deben ser salvadas”, en palabras de Clavijo; es por eso que insisten tanto en que abran sus corazones a la luz del Señor.
Alto impacto
El objetivo del fin de semana en Effetá es crear un “gran choque” en los participantes, reconoce el portavoz del Grupo Custodio. Detalla que, para lograrlo, el retiro tiene tres patas: participar en actividades de alto impacto emocional y sensorial, escuchar a testimonios que “abren su corazón” y ver a otros jóvenes servir (en el argot propio de Effetá, los servidores son aquellos que han caminado antes y ahora forman parte de la organización del evento).
“La clave de esta propuesta es ofrecer un retiro testimonial, es decir, unos días de una fuerte experiencia con Dios a través de lo que han vivido otras personas en su vida y cómo con ello han encontrado al mismo Dios”. El Manual deja claro en su segundo párrafo la importancia de las conferencias que se escuchan durante todo el fin de semana.
Secretismo
Si algo despierta curiosidad sobre Effetá es el secretismo que lo envuelve: nadie que no forme parte de la comunidad conoce qué ocurre en sus retiros. Los participantes no están autorizados a explicar nada, incluso a su familia y amigos más cercanos y “lo que aquí se dice, aquí se queda” es la frase más repetida durante todo el fin de semana.

Una 'caminante' de Effetá lee la "Biblia" en una iglesia Barcelona
Para justificar esta falta de transparencia ante una actividad de tan alto impacto en la vida de muchos de sus participantes, Santiago Clavijo defiende la confidencialidad acerca las historias que cuentan los testimonios, por la “sensibilidad” personal de los temas que se tratan.
Al ser preguntado sobre el resto de experiencias que se viven en el retiro y su propio formato, el portavoz de Grupo Custodio considera que, si los caminantes supiesen a qué se enfrentan, “se perdería el encanto” y generaría una predisposición en ellos: “Hay mucha gente que dejaría de venir, al perder las ganas de descubrir qué es Effetá”.
Aislados del mundo
Una de las pocas cuestiones que, hasta ahora, habían trascendido sobre lo que ocurre en estos retiros es el hecho de que a los caminantes se les retira el teléfono y el reloj a su llegada, el viernes por la tarde, de modo que quedan absolutamente aislados del exterior durante las 48 horas que dura la experiencia.
“No tienes autonomía espiritual cuando vas de caminante”, sostiene Clavijo: “Hay que aprovechar al máximo la oportunidad que nos da esa persona de abrir su corazón a Dios”. Por ello, argumenta que un móvil solo generaría “distracciones” e impediría “concentrarse en lo importante: Dios”.
No justifican de ningún modo el porqué se retiran los relojes y se impide a los caminantes tener algún tipo de noción del tiempo, más allá del sol.
'Franquicia' católica
Tras Colombia y España, Effetá se ha exportado a otros 13 países en un formato de franquicia: alguien que ha servido con un grupo propone abrir una nueva comunidad en su parroquia. Esto ocurre, habitualmente, cuando una comunidad crece tanto que se satura y no puede abordar la demanda de retiros.
Para garantizar el éxito de este autodefinido “método extraordinariamente efectivo de atraer la atención de los jóvenes” a la fe católica, las nuevas comunidades de Effetá deben seguir detalladamente las instrucciones de El Manual.
Según Clavijo, el documento fue escrito con las palabras que “brotaban por inspiración del Espíritu Santo” tras “varios meses de oración para crear el formato”.