José M. Hill Prados, el pederasta de El Raval, en una imagen de archivo

José M. Hill Prados, el pederasta de El Raval, en una imagen de archivo Montaje de Crónica Global

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José M. Hill Prados, el 'pederasta del Raval', denunciado de nuevo por abusar de un becario

El denunciante es un joven de poco más de 20 años que trabajó como recadero en la empresa GESTLIFE, una clínica de gestación subrogada de Barcelona

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El Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona ha abierto una investigación contra José María Hill Prados, propietario encubierto de GESTLIFE, una clínica de gestación subrogada en la capital catalana, por un presunto delito de agresión sexual.

La denuncia la presentó un joven de poco más de 20 años, quien asegura haber sido contratado como "recadero" en la empresa de vientres de alquiler con la condición de mantener relaciones sexuales con Hill Prados, que utilizaba el alias de "Diego".

Según el relato de la víctima, en el momento de los hechos atravesaba una situación económica muy precaria: trabajaba como repartidor en una conocida cadena de pizzerías, ganando apenas 200 euros al mes, tenía una relación tensa con sus padres y deseaba independizarse.

Una oferta por Instagram

Encontró la oferta en una publicación de Instagram: "A quien le interese un trabajo fijo, buena remuneración, de lunes a viernes". No conocía personalmente a la persona que lo anunciaba, Albert, aun así sabía que era del "mundo gay". 

Curioso, preguntó por el puesto de trabajo y este tal Albert le contó las condiciones a través de un perfil de Telegram, en un chat cuyos mensajes se autodestruían en 60 segundos. 

En dicha conversación, el captador le informó que le ofrecía un trabajo estable, "a cambio de que él mantuviera una relación especial con el jefe de la empresa". Es decir: con Hill Prados. 

Trabajo a cambio de favores sexuales

La oferta de trabajo le resultó atractiva por su remuneración más elevada y, aunque no estaba convencido de los favores sexuales, el joven solo pensó en el dinero. 

Fuentes próximas al caso aseguran que en aquel momento, en abril de 2021, el joven no tenía muchos amigos y no había apenas relación con sus padres. Se encontraba en un momento de máxima vulnerabilidad emocional y aceptó la entrevista.

Constatar el 'feeling' sexual

Tras un primer encuentro con el intermediario, Albert le presentó al jefe de GESTLIFE: "un señor de unos 60 años, gordo y poco agraciado físicamente". Se presentó como "Diego". 

En la entrevista con Diego, la víctima tuvo que explicar cuáles eran sus gustos sexuales y si estaría dispuesto a dejarse penetrar. "Yo te ofrezco un contrato inicial de recadero [...], pero a cambio tienes que tener relaciones sexuales conmigo una vez a la semana", le propusieron. 

Imagen promocional de Gestlife

Imagen promocional de Gestlife Gestlife

Según el denunciante, Hill Prados, bajo el alias de Diego, le impuso mantener relaciones sexuales previas, antes de formalizar su incorporación a la empresa. Por ello, días después de la entrevista, a mediados de abril de 2021, el empresario y el joven volvieron a citarse. 

Diego se lo llevó a su casa de Premià de Dalt (Barcelona), y allí mantuvieron un primer encuentro sexual. "Primero tenía que constatar que se entendían sexualmente", se extrae de la denuncia a la que ha tenido acceso Crónica Global

Manipulado y coaccionado

Con la formalización del contrato, Hill Prados le ordenó que dejara su trabajo como repartidor, pues quería que dependiera totalmente de él. 

De este modo, y según consta en la denuncia, a raíz de su incorporación como recadero en GESTLIFE, los favores sexuales se convirtieron en una constante: el joven fue sometido a agresiones sexuales reiteradas cada semana bajo amenazas.

El denunciante asegura que, cada vez que intentaba resistirse o planteaba dimitir, Hill Prados lo manipulaba psicológicamente, amenazándolo con que perdería el trabajo, que nunca encontraría otra oportunidad similar y que no tendría medios para independizarse.

Los antecedentes

Esta situación le causó muchísima ansiedad, y en mayo de 2022 decidió coger la baja. En la denuncia, el joven insiste en que Hill Prados lo forzaba incluso cuando él le pedía que parara. Obligándolo a mantener relaciones sin protección

Durante los meses que trabajó en GESTLIFE, la víctima fue conociendo el pasado de Diego, descubriendo que en realidad su nombre es José María Hill Prados: uno de los acusados en el 'caso Raval', uno de los mayores escándalos de pederastia en la historia de Barcelona

José María Hill durante el juicio por abusos sexuales a un menor

José María Hill durante el juicio por abusos sexuales a un menor EFE

'Caso Raval'

Este pedófilo cumplió una condena de ocho años de cárcel por abusar sexualmente de Diego Giménez Sánchez, también conocido como Dídac Sánchez, cuando era adolescente. Hill era voluntario en el Casal d'Infants del Raval y fue ahí donde conoció a su víctima, Dídac.

Los hechos ocurrieron en 2005 y abrieron la caja de pandora del caso Raval, con más de 30 niños agredidos sexualmente y varias víctimas de pornografía infantil. Detuvieron a más 13 personas, entre ellos a Hill Prados.

Cuando el pederasta ya estaba entre rejas, su víctima se desdijo de las acusaciones y aseguró que los agentes lo habían presionado para acusarle falsamente. Cuando Hill salió de prisión, entró a trabajar en Subrogalia, la antesala de GESTLIFE.

Imagen de archivo del exterior de la Ciudad de la Justicia

Imagen de archivo del exterior de la Ciudad de la Justicia Europa Press

No era la primera vez que entraba en la cárcel por algo similar. De hecho, en 1996, lo detuvieron como presunto autor de dos delitos: uno de corrupción de menores y otro por abusar sexualmente de tres de sus cuatro hijos adoptivos, que quedaron bajo la tutela de la Generalitat mientras él estaba en prisión provisional.

No obstante, la situación dio un giro de 180 grados y quedó absuelto: sus hijos dijeron que se lo habían inventado

Investigación en marcha

Ahora, José María Hill Prados vuelve a ser noticia, mientras el Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona investiga la denuncia del joven. Una investigación que sigue en curso, a pesar de que en su momento quedó archivada provisionalmente por "falta de autor conocido". 

Sin embargo, el recurso interpuesto por la defensa del joven ha permitido que el caso vuelva a los juzgados, retomando la esperanza del joven que intenta hacer justicia.