Hay expresiones que quedan solo para el lugar donde nacen. En España esto es muy obvio. Desde Andalucía a Galicia, cada punto tiene su expresión, hasta su propio idioma. Y, más en este país, donde se hablan tantas lenguas. Pero es que incluso dentro de la misma comunidad.
En Cataluña, por ejemplo, pasa incluso con palabras. El ejemplo más claro es el viento. En Girona es femenino, en el resto de Cataluña es masculino. Pero es que incluso pasa con expresiones, hay algunas que se dicen completamente distinto.
¿Madera o hierro?
Lo más normal, en Cataluña y en España, es que para atraer a la suerte se toque madera, en catalán, fusta. Pero en Tarragona no sólo vale este material, también lo hace el hierro. Y, además, por días de la semana. La explicación es curiosa.
"Tocar ferro", como se dice en catalán, tiene este significado por un rincón de la ciudad, el famoso Balcón del Mediterráneo. Y más específicamente su icónica barandilla, obviamente, de hierro forjado.
Dónde hacerlo
El origen de esta singular costumbre se remonta a la construcción de esta particular baranda diseñada por el arquitecto tarraconense Ramon Salas i Ricomà y forjada por Joan Miquel Ginart hace más de un siglo. Una barandilla que previno, seguramente, muchas desgracias.
Situada al final de la Rambla Nova, esta barandilla de más de 200 metros delimita el mirador, que se alza 40 metros sobre el nivel del mar, ofreciendo una panorámica única del anfiteatro romano, la playa del Miracle y el puerto de Tarragona. Sea por las vistas o por la seguridad, trae suerte. Por eso, se habla allí de “tocar ferro”.
Baranda del Balcó del Mediterrani
Cómo se hace
Pero no se hace de cualquier manera. La barandilla, como muchas, tiene varios pilares que separan tramos. Y en esa separación aparecen hasta seis adornos que sobresalen. Todos ellos representan un día de la semana.
El pilar principal es el domingo, a partir de allí, cada adorno que sobresale es un día de la semana correlativo. Por tanto, uno puede ir a pedir suerte cada día, tocando el adorno que le toque. Claro que esto ya es para gente muy demandante.
Dónde pedir la suerte
En cualquier caso, para los habitantes de Tarragona, decir "anar a tocar ferro" implica un recorrer la Rambla Nova hasta su punto más emblemático, el Balcón del Mediterráneo. Aquí, el acto de tocar el hierro se entrelaza con la experiencia de disfrutar de la tranquilidad, la paz y la majestuosidad del entorno.
Además, quien lo haga podrá descubrir otros rincones preciosos de la ciudad. Este paseo marítimo alberga otros elementos de interés, como la estatua de Roger de Llúria, un homenaje al famoso almirante de la Corona de Aragón que mira hacia la ciudad. Además, en sus alrededores, los visitantes pueden disfrutar de la oferta gastronómica y de helados que completan la experiencia, especialmente en los días calurosos de verano.
Cómo llegar
Para llegar al Balcó del Mediterrani desde Barcelona, se puede optar por el coche, un trayecto de aproximadamente una hora y cuarto. Desde la ciudad condal, hay que tomar la autopista AP-7 en dirección a Tarragona. Una vez cerca de la ciudad, es recomendable tomar la salida 33 hacia Tarragona Centro. Desde allí, seguir las indicaciones hacia la Rambla Nova, donde se encuentra este icónico mirador en su extremo oriental. El Balcó del Mediterrani está bien señalizado y cuenta con aparcamientos cercanos para dejar el vehículo.
Otra opción es el tren, una alternativa cómoda y eficiente. Desde la estación de Barcelona Sants, los trenes del AVE y regionales conectan con la estación de Tarragona. El trayecto en AVE dura aproximadamente 30 minutos, claro que luego se ha de coger autobús.
La opción en tren más eficaz son los trenes regionales de media distancia de Renfe. Desde Barcelona tardan una hora en llegar. Además, desde la estación de tren, el Balcó del Mediterrani está a unos 15 minutos a pie, siguiendo las indicaciones hacia la Rambla Nova. El problema es que hasta marzo de 2025 los trenes no llegan hasta allí, sino que paran en Sant Vicenç de Calders y de allí hay un servicio de bus.