Publicada

Dentro de la llamada España vaciada, Cataluña no se libra. La comunidad autónoma tiene muchos municipios que apenas llegan al centenar de vecinos y cuya existencia agoniza. 

La Cataluña vaciada también existe y es víctima, a veces, de la falta de infraestructuras y oportunidades, lastrada por las pocas posibilidades del teletrabajo o las duras condiciones de vida. Motivas hay tantas o más como personas viven allí y reivindican la importancia de estas aldeas.

Un pueblo con oportunidades

Para evitar que caigan en el olvido, son muchas las que han apostado por medidas alternativas para atraer vecinos más que turistas. Hay algunas que ofrecen incluso trabajo y vivienda. Otras son más realistas y lo que prometen es un lugar donde la compra y alquiler de inmuebles son a precio más que asequible, y por tanto extraordinario, y posibilidad de desarrollo profesional.

Esto es lo que le pasa a Vilaller, un encantador municipio de la comarca de la Alta Ribagorza (Lleida), muy cerca del límite con Aragón y enclavado en pleno corazón de los Pirineos. Este pequeño pueblo, de apenas 500 habitantes, ofrece una oportunidad única de empleo, sueldo y vivienda. Todo rodeado de una naturaleza que conmueve.

Viviendas de 300 euros

Esta localidad se encuentra en el listado de pueblos mágicos de España precisamente por sus encantos. Unos encantos que pueden disfrutarse in situ y con facilidades gracias a sus condiciones de vida.

Sólo hace falta echar un vistazo a las ofertas inmobiliarias para toparse con oportunidades de alquiler que oscilan entre los 300 y los 400 euros al mes. Y si se opta por la compra, los precios están entre 70.000 y 180.000€.

Qué hay

Pero su interés no sólo radica en la oportunidad a nivel económico. Uno de los elementos más significativos de su patrimonio es la iglesia parroquial dedicada a Sant Climent, un ejemplo de la arquitectura religiosa que conecta a Vilaller con la historia medieval del obispado de Roda de Ribagorça, al cual perteneció antes de integrarse al obispado de Lleida. Además, en sus alrededores se encuentran joyas como el santuario de la Mare de Déu de Riupedrós, las ermitas de Sant Mamés y Sant Antoni, y los restos de la ermita de Sant Pere.

El enigma del monasterio benedictino de Sant Andreu de Barravés añade un atractivo misterioso al municipio. Aunque no se ha determinado con precisión su ubicación, se sabe que tuvo un papel crucial en la historia del valle, consolidando la importancia de Vilaller como un centro espiritual y cultural de la región.

Atractivo natural

Otro de sus atractivos es la belleza natural del enclave en el que se encuentra. El valle de Barravés, por el que discurre el río Noguera Ribagorzana, ofrece un paisaje montañoso impresionante, ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre. En cualquier época del año. Su clima de montaña, con inviernos fríos y veranos frescos, lo convierte en un lugar atractivo tanto para el turismo invernal como para las actividades de verano.

Además de su entorno natural, el municipio forma parte de una red cultural y patrimonial que conecta a los visitantes con las tradiciones y costumbres de la Alta Ribagorça. Vilaller y sus alrededores son también un destino ideal para explorar el legado histórico y natural del Pirineo catalán.

El entorno de Vilaller

El municipio incluye no solo la villa de Vilaller, sino también el pueblo de Senet de Barravés, formando parte del Valle de Barravés, un enclave que históricamente ha sido de gran importancia para la comarca. En el pasado, Vilaller contaba con una mayor cantidad de núcleos habitados, como las aldeas de Casós, Sarroqueta de Barravés y Viuet, algunas de las cuales ahora están despobladas. En el caso de Casós y la casería de la Artiga, estos son enclaves dentro del término del Pont de Suert, aunque se propuso en el llamado "Informe Roca" su integración en Vilaller bajo el nombre de "Vilaller y Vall de Barravés".  

Su proximidad al Parque Nacional de Aigüestortes y su certificación Starlight también lo convierten en un lugar ideal para el turismo astronómico y actividades como el senderismo, el esquí y las rutas de montaña. Y festividades como la bajada de fallas del Pirineo, se ha convertido en una tradición declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Qué ofrece el pueblo

En cualquier caso, Vilaller se encuentra en un momento de revitalización y ofrece múltiples oportunidades para quienes busquen establecerse en el municipio. Desde locales comerciales hasta terrenos agrícolas y ganaderos, el pueblo cuenta con una oferta de infraestructuras y servicios diseñada para atraer emprendedores. Incluso la sala de plenos del ayuntamiento se utiliza como sala de coworking, fomentando un ambiente de colaboración y creatividad.

A pesar de su pequeño tamaño, el pueblo se presenta como un rincón de Cataluña rico oportunidades significativas. Allí se necesitan servicios como fisioterapeutas, podólogos y otros profesionales del ámbito sanitario, además de quioscos, tiendas y restaurantes que complementen su infraestructura turística. Dos hoteles locales enfrentan problemas de relevo generacional, abriendo una puerta para quienes deseen invertir en el sector de la hostelería. Todo un mundo lleno de oportunidades para quien quiera dar un giro a su vida o dedicarse a su vocación en medio de un entorno natural increíble.

Noticias relacionadas