La banda desarticulada por los Mossos d'Esquadra en el área metropolitana de Barcelona y el Camp de Tarragona a finales de noviembre era el mayor banco clandestino de Cataluña. Blanqueaba un millón de euros procedentes del narcotráfico a la semana.
La policía catalana ha ofrecido detalles este jueves sobre el funcionamiento del grupo, desbaratado en un macrooperativo que avanzó este diario y que comandó la Unidad Central de Blanqueo de Capitales y Delitos Económicos.
El mayor golpe de Mossos
Se trata del mayor golpe del cuerpo a una organización que blanqueaba dinero del tráfico de marihuana, con 500 agentes activados. De los 25 detenidos en el operativo, siete han ingresado en prisión; entre ellos también los supuestos narcotraficantes.
Se intervinieron 4 millones de euros y se ha acreditado que uno de los líderes ha movido criptomonedas por valor de 30 millones de euros desde 2021.
"Dinero que vuela"
Tenían montado un gran banco clandestino, usando un sistema opaco, con sucursales en toda Europa e instalados mayormente en domicilios y locales comerciales de Badalona (Barcelona). Seguían un sistema conocido como "fei chien" o "hawalla", expresión china que significa "dinero que vuela".
Cuando los narcos llevaban cargamentos de marihuana de Cataluña a otras partes de Europa, los receptores pagaban a una sucursal en el país de destino y los productores cobraban en las "oficinas" el "fei chien" en Cataluña, sin que el dinero se hubiese movido.
Era una organización muy hermética: usaba sistemas de telefonía con encriptación militar y recibía una comisión que se situaba entre el 3 y el 5%.
Tres sistemas
La red de "fei chien" tenía una gran capacidad para mover ingentes cantidades de dinero negro en muy poco tiempo. Seguían tres sistemas, según lo explicado por el subjefe de la División de Investigación Central de la policía catalana, el inspector Jonatan Herrera y el jefe del área central de delitos económicos, el subinspector José Ángel Merino.
Uno, las deudas que se compensan en base a la confianza entre sucursales en distintos países. Otro, el transporte de hasta 600.000 euros ocultos en caletas muy sofisticadas en vehículos. Y el más convencional, las transferencias bajo el pretexto de una operación comercial legal en connivencia con empresarios que cobraban a cambio de prestarse a ello.
Una máquina para acuñar monedas de dos euros
En el dispositivo del pasado 26 de noviembre, los Mossos efectuaron 28 entradas y registros en las mencionadas regiones; también dos en Castellón y una en Málaga, a cargo de la Policía Nacional.
Además de los cerca de 4 millones de euros en efectivo, en la operación también se intervinieron 300 kilos de marihuana, 4 armas de fuego, joyas y relojes de lujo, matrículas y dispositivos de seguimiento y monitorización de vehículos. También inhibidores de frecuencias, teléfonos de encriptación militar y una prensa hidráulica para acuñar monedas de dos euros.
A la búsqueda de otras organizaciones criminales
Los Mossos también decomisaron 12 vehículos -cuatro de ellos con caletas y de ellos dos todavía con dinero-, así como abundante documentación. Esta será analizada para hallar más indicios del movimiento de dinero negro y para tratar de descubrir a otras organizaciones criminales que utilizaban esta banca opaca para blanquear.
Los responsables de los Mossos han subrayado la importancia de la colaboración policial para combatir a estas redes de blanqueo. Por ello, han celebrado el reciente acuerdo de la Junta de Seguridad para que se integren al mecanismo español contra el blanqueo (SEPBLAC) y la colaboración con otras policías europeas a través de los mecanismos de cooperación.