Las lluvias le han cambiado la cara a los pantanos al sur de Cataluña. Un claro ejemplo de ello es el embalse de Riudecanyes, instalado en la aridez durante todo este año. De hecho, prácticamente desde que el Govern de Pere Aragonès (ERC) impuso restricciones al uso del agua en febrero de 2024, sus reservas no han superado el 2% de su capacidad.
Hoy, la historia es distinta. Los recursos hídricos del enclave situado en la comarca del Baix Camp, en Tarragona, se han multiplicado por 10, remontando hasta el 20%. De esta forma, cuenta con 1,07 hectómetros cúbicos (hm3), es decir, algo más de mil millones de litros de agua.
La mejor cifra en dos años
La última vez que Riudecanyes arrojaba cifras similares fue hace algo más de dos años, a principios de octubre de 2022.
Los mil millones de litros de agua que han entrado por la cabecera de Riudecanyes contrastan con los 200 millones de media que contenía hace un año, con un llenado del 3,8% y 0,2 hm3.
Gracias a la DANA
Prueba de que las responsables de ello son las dos recientes DANA que han caído sobre el sur de la región es el calendario que ha seguido dicha recuperación. La última semana de octubre, antesala del primer episodio de gota fría que regó las comarcas tarraconenses de forma constante, las reservas se encontraban al 1,7%.
Desde entonces, la cantidad de agua embalsada no ha dejado de crecer; tampoco hay síntomas de desaceleración ni se antoja un estancamiento inminente, a tenor de las actualizaciones diarias que publica la Agència Catalana de l'Aigua (ACA).
Las cuencas internas, lejos de la excepcionalidad por sequía
Todo el sistema de las cuencas internas de Cataluña se ha visto beneficiado por las lluvias. El último balance arroja un 34,41%, cifra en torno a la que se han estancado las reservas de que dispone la Generalitat, cerca de 10 puntos por encima de la vuelta a la excepcionalidad por sequía y las restricciones que establecen los protocolos.
De esta manera, la población catalana cuenta con 239 hm3 (239 mil millones de litros de agua) para su abastecimiento. Esta cifra, junto al hecho de que la mitad del agua consumida procede de fuentes no convencionales como la desalinización y la depuración, aleja la vuelta a la excepcionalidad hasta primavera, y eso en caso de que no llueva más.
También Siurana, el pantano más seco
Otro embalse que ha abandonado la aridez absoluta es Siurana, aunque en menor medida. Ubicado en Cornudella de Montsant, también ha recuperado el nivel que mostraba hace dos años, en octubre de 2022.
Con un llenado del 9,1%, embalsa algo más de mil millones de litros de agua, concretamente 1,1 hectómetros cúbicos. No es mucho, pero es positivo a todas luces. Se trata del embalse más vacío en el actual episodio de sequía, instalado en el 0,80% en los últimos meses, por lo que se encontraba inservible, ya que es necesario un mínimo de agua para garantizar una calidad mínima.
Así están los embalses de las cuencas internas
- Foix: 98,4% y 3,68 hm3
- La Baells: 60,72% y 66,45 hm3.
- Sant Ponç: 44,50% y 10,85 hm3.
- La Llosa del Cavall: 35,76% y 28,6 hm3.
- Susqueda: 29,63% y 69,04 hm3.
- Sau: 28,47% y 47,05 hm3.
- Riudecanyes: 21,01% y 1,12 hm3.
- Darnius Boadella: 18,09% y 11,05 hm3.
- Siurana: 9,1% y 1,11 hm3.