La Audiencia de Girona ha impuesto una penas de 30 años y 7 meses de prisión para un cabo y dos agentes de los Mossos d'Esquadra de Santa Coloma de Farners (Girona). También multas por 46.072 euros, por traficar con marihuana previamente incautada y que se guardaba en la comisaría local.
El cabo de la policía catalana Salva Muntané era el principal responsable del entramado. La sentencia lo castiga con 10 años y 9 meses de prisión por un delito contra la salud pública agravado por su cargo, hurto, pertenencia a grupo criminal y falsedad en documento oficial.
Además, le multa con 14.245 euros y le inhabilita para ejercer como policía tanto del cuerpo como de cualquier otro durante el tiempo de condena.
Delito contra la salud pública, hurto, falsedad documental...
A Óscar Hernández y Joan Francesc Pozo 'Kiku', los otros dos policías que formaban parte del entramado, la Audiencia les impone 9 años y 9 meses, y 10 años y 1 mes de cárcel, respectivamente.
Al primero, por falsedad en documento oficial cometida por funcionario público, al tiempo que recibe la misma multa que a Salva Muntané y se le inhabilita igualmente como policía. Al segundo, por un delito contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal, hurto y descubrimiento y revelación de secretos cometido por funcionario público. Del mismo modo, se le inhabilita para ejercer en el ámbito policial durante todo ese tiempo.
Actuaron frente a las cámaras de la comisaría
Los agentes se declararon inocentes durante el juicio de unas acusaciones respaldadas con imágenes y audios captados en el vehículo no logotipado que utilizaban y a través de las cámaras de la comisaría. Estas registraron a Salva Muntané sacando cinco bolsas de marihuana del contenedor donde estaba depositada la incautada.
La Dirección de Asuntos Internos le siguió y vio que las llevaba a casa de Kiku, aunque el cabo lo negó durante el juicio y el agente aseguró que las tenía en su domicilio para consumo propio con el objetivo de paliar un fuerte dolor de espalda.
Los investigadores que declararon en el juicio relataron el funcionamiento habitual tras un decomiso de marihuana, consistente en embolsarla para su destrucción, práctica quebrantada por esta organización, que sustraía una parte para su venta en el mercado ilícito con la ayuda del pequeño traficante local condenado.
Aliados con un traficante local
En cuanto al matrimonio formado por Albert Borrell 'Pitu', un traficante local, y Margarita V., ambos acusados de formar parte del entramado, al primero se le imponen 2 años y 3 meses de cárcel por delito contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal y a ella se la absuelve de todas las acusaciones.
Todo el caso, según recoge la sentencia, tiene su génesis en unas diligencia que se remontan al 28 de febrero de 2020