Interceptan más de dos toneladas de cocaína escondida mercancías que llegaron a Cataluña por el puerto de Barcelona
- El contenedor procedía de Ecuador y se dirigía a una fábrica de papel de Tortosa
- Más información: La ‘cara B’ del Puerto de Barcelona: violencia, drogas y narcovenganzas
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El Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria ha interceptado un camión de mercancías con cerca de 2.600 kilos de cocaína escondidos entre materia prima para hacer pasta de papel. El vehículo fue detenido el miércoles, a su llegada a una fábrica de papel en la ciudad tarraconense de Tortosa, tras ser seguido desde el puerto de Barcelona.
Los investigadores destacan que no hay indicios de que la empresa papelera conociera el hecho de que había droga ocultada en su contenedor, que transportaba abacá, una planta cuya fibra es muy rica en celulosa, por lo que se usa en diferentes industrias como la papelera y la textil. Los funcionarios de Hacienda sospechan que los narcotraficantes introdujeron la cocaína en el puerto de origen, en Ecuador, y pretendían recuperarla a su llegada a Cataluña.
La mercancía procedía de Centroamérica, una región caliente para el tráfico de drogas, y había sido marcado como sospechoso por Vigilancia Aduanera, por lo que sus funcionarios tenían previsto abrir el contenedor una vez llegara a destino. En total, se encontraron 37 fardos de 70 kilos de cocaína que se habían ubicado alrededor de los palés de balas de abacá. En el mercado, estas más de dos toneladas y media de cocaína se hubiesen valorado en decenas de millones de euros.
Corrupción en el puerto
Las autoridades competentes solo logran "recuperar entre el 2% y el 8% de la mercancía ilícita que llega al puerto de Barcelona", tal y como detalló un agente de la Unidad de Estupefacientes de la Policía Nacional de Barcelona entrevistado por Crónica Global. El mismo guardia apuntó a la corrupción de los trabajadores, sobre la que dijo que "ni se esconde ni se disimula", como una de las causas que entorpecen el trabajo de los cuerpos policiales.
Los estibadores y funcionarios implicados en el negocio criminal mueven los contenedores marcados para esquivar cámaras de seguridad y controles, trabajando con total impunidad dentro del laberinto portuario.
Son elementos esenciales en la ruta del narcotráfico, especialmente en la ejecución de la técnica del gancho ciego o el preñao, la presuntamente empleada en el caso destapado este miércoles. Los narcotraficantes introducen la droga en el contenedor en el puerto de origen sin el conocimiento del propietario y la descargan antes de que la mercancía sea entregada a la llegada a destino, con la necesaria colaboración de los trabajadores del puerto.
La ruta de la cocaína
En las últimas décadas, la costa catalana se ha reforzado como puerta de entrada de la droga a España. Mientras los cuerpos policiales y administrativos se esforzaban por controlar las costas de Andalucía y Galicia, las grandes organizaciones criminales han ido desplazando sus puertos a Cataluña, desde donde se distribuye al resto de la Península Ibérica y Europa.
La pista de la droga en Cataluña sigue un entramado de alianzas entre grupos narcotraficantes de diferentes nacionalidades que han encontrado en este territorio el escenario para colaborar en distintos escalones de la cadena. Es especialmente relevante el vínculo de los clanes albaneses y la N'drangueta, la mafia italiana que, desde la Región de Calabria, se ha posicionado como la mano que mueve la droga en el mundo.
Con esta asociación se han abierto nuevas rutas para el tráfico de estupefacientes con destino en Cataluña. La cocaína se envía desde puertos de América Latina, especialmente desde Guayaquil, en Ecuador, país del que provenía el cargamento decomisado esta semana, y el hachís desde la costa mediterránea de Marruecos.