El secretario general de CCOO en Cataluña, Javier Pacheco, ha anunciado que no se presentará a la reelección en el congreso del sindicato que se celebrará en abril en Barcelona. Tras agotar su segundo mandato, no optará a un tercero extraordinario con la vocación de dar paso a nuevas caras.
"No pasaré a recoger los avales", ha anunciado este martes en un encuentro con medios de comunicación en el que han explicado los detalles del proceso congresual y las líneas estratégicas del sindicato para los próximos meses. Pacheco, que fue elegido por primera vez secretario general de CCOO de Catalunya en abril de 2017 y fue reelegido en el congreso de 2021, ha defendido la regeneración del sindicato y ha apostado por el aumento de las mujeres en los puestos de dirección de las organizaciones sindicales, así como por respetar la limitación de mandatos: "¿Si no destapamos los tapones de las direcciones, cuándo llegan las mujeres?", se ha preguntado.
Dejará en herencia a la próxima secretaría general el debate sobre la renta en el que está inmerso el sindicato desde hace meses, el cual se centra en la reducción de la jornada laboral y el aumento del poder adquisitivo de los trabajadores. La inflación acumulada desde 2021, ha dicho, "ha castigado a las clases populares" en favor de las empresas.
Descarta entrar en política
Tras su salida como líder sindical, Pacheco ha descartado rotundamente iniciar una carrera política, como hicieron sus tres predecesores en el cargo. Ha declarado que le gustaría seguir vinculado a Comisiones Obreras, pero ha reconocido que también se ve recuperando su puesto como mecánico.
Pacheco ha reconocido que el contexto en el que fue elegido fue "complicado" y que la mayor parte de sus ocho años de mandato han sido marcados por el procés, un momento en el que la acción sindical quedó apartada del foco político y en el que CCOO recibió "presiones" para posicionarse sobre la cuestión independentista. Así mismo, ha celebrado que "hoy Cataluña no está rota" y la nueva etapa que afronta tras el cambio de Govern.
Sin embargo, ha recordado el año del Covid-19 como el momento más "duro", por las dificultades que miles de trabajadores afrontaron y las condiciones que reportaban los afiliados a la rama sanitaria, lo cual tuvo que negociar con el Ejecutivo de Quim Torra, que ha claificado de "poco eficiente".