Publicada
Actualizada

Muchos nervios y ruido, pero la dimisión de Ramon Canal al frente del Servicio Catalán de Salud (CatSalut) ha sido menos tormentosa de lo que aparenta. Eso sí, la renuncia de Canal ha caído como una bomba en la sanidad catalana, y más en la concertada, con quien el nuevo gerente, Alfredo García, tendrá que negociar los conciertos sanitarios, esto es, los recursos. 

Lo detallan varias fuentes del sector sanitario después de que este medio avanzara que Canal ha presentado su renuncia como gerente de la gran aseguradora pública catalana. La decisión significará que Alfredo García, hasta ahora subdirector o número dos, asume el timón del organismo público. 

Pero antes, el movimiento en el vértice de la sanidad catalana ha caído como un terremoto en la red asistencial. 

"Salida pactada"

La noche del jueves y mañana y mediodía del viernes se han sucedido las llamadas entre gerentes y debate en las redes de mensajerías que comparten los directores gerentes de los hospitales.

En las mismas y según han explicado directivos a este medio, el entorno de Canal ha recordado a las mujeres y hombres que mandan en la sanidad catalana que él "ya avisó de que estaría poco tiempo en el cargo, acaso dos años", y que su salida de la Consejería de Salud "ha sido totalmente pactada con la consellera, Olga Pané". 

Visiones diferentes, pero con acuerdo

Y eso que el médico y la titular de Salud tienen "visiones totalmente diferentes" de cómo tiene que funcionar el sistema asistencial, han insistido las mismas fuentes. Pero ello no ha impedido que gerente y consejera se hayan sentado, entendido, y pactado una transición tranquila al frente del CatSalut. 

Alfredo García, nuevo director gerente del CatSalut 'in pectore' Cedida / CSSC

Esas posiciones antagónicas, pues, no han provocado ruptura alguna. Ramon Canal "consideró que su tiempo en el CatSalut había terminado" y pidió salir. Él mismo y el equipo de Pané ha acordado el relevo, y García "podría ser nombrado tan pronto como el martes, día de designaciones en el Consell Executiu del Govern". 

Lo que ha convencido a ambas partes es que García "es un perfil más técnico que político". Se le da confianza en una posición clave en la Consejería. 

"Entusiasmado con el nuevo Hospital Clínic"

A partir de ahora, Canal se incorporará a la estructura del Hospital Clínic Barcelona para ayudar en el proyecto de nuevo campus médico en la avenida Diagonal. El profesional "está entusiasmado" con este nuevo desempeño, pues el nuevo Clínic "es un proyecto titánico, con presupuesto que se mueven sobre los 1.500 a 2.000 millones de euros". 

El también exdirector médico del FC Barcelona quiere ser parte del equipo que lo impulse, y participar en "la mayor infraestructura sanitaria que construirá Cataluña en los próximos años". Eso sí, la dirección del consorcio interadministrativo no la pilotará él, sino el arquitecto Joan Echániz de la Diputación de Barcelona, explicó este medio. Se trata de un mando que genera más confianza entre todas las administraciones implicadas. 

A su vez, la parte asistencial del Clínic la continuará detentando el gerente, el doctor Josep Maria Campistol, una figura clave en el sistema. 

Los sectores afines a Junts querían a Cunillera

En el resto de la red hospitalaria, los sectores sanitarios afines aún a Junts, que mantienen aún mucha influencia, preferían a otro candidato con el que negociar las cláusulas o acuerdo de financiación. Los preferidos por la red neoconvergente eran Ramon Cunillera, gerente de la Corporación de Salud del Maresme i la Selva, o incluso, en algunos casos, Vicente Martínez Ibáñez

La operación de Cunillera no ha salido por una arista personal. Y Martínez, un hombre muy afín al president Salvador Illa --y que vive en Cataluña como asesor de la OMS, y ya lo hacía trasladándose regularmente al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo cuando trabajaba allí--, no concitaba el consenso necesario en el sector para fungir de gerente del CatSalut. García, sí. 

La mala relación Del Castillo-Martínez Ibáñez

Y es que en la ecuación de la configuración de la alta estructura de Salud no hay que dejar de ponderar las relaciones personales. Según algunas fuentes, Martínez Ibáñez podría jugar aún un rol en el organigrama. Pero no el máximo, pues es conocida su más que mejorable relación con Manel del Castillo, gerente de Sant Joan de Déu. 

Y Del Castillo, un gerente muy reconocido, es el nuevo presidente del Cairós, el comité asesor que ayudará al president Illa y a la consellera Pané a redibujar el futuro de la sanidad catalana. En esta tarea, tener a un adversario --desde la época en la que Martínez Ibáñez fungía al frente del Hospital Vall d'Hebron-- en la gerencia del CatSalut no hubiera ayudado. 

Padrós mantiene a sus hombres

Negro sobre blanco, la dimisión de Canal ha sorprendido, pero ha sido defendida como tranquila en círculos internos. Lo que causa más asombro es que en este baile de cambios en el sistema sanitario, Jaume Padrós, presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, "siga manteniendo a sus piezas" en lugares de influencia. 

El mayor de todos es Marc Soler, director general de Ordenación de Profesionales de la Salud, que fue CEO del brazo de negocios del COMB. Soler supervisó el despido del exresponsable de Formación del Colegio, Álex Ramos, al que llegaron a poner un detective privado. Fue una salida improcedente --lo reconocieron los tribunales-- y basada en la ideología, pues Ramos era vicepresidente de Sociedad Civil Catalana en sus ratos libres, y el COMB, el último bastión de Junts en la sanidad catalana. 

Desde que llegara al departamento en 2023, Soler ha provocado una auténtica fuga de mandos por su carácter "despótico", indican las mismas fuentes. Incluyendo al equipo que eligió su antecesora, Montserrat Gea, muy bien valorada en el sector. Por contra, Padrós ya no puede contar con Mònica Botta, en la región del CatSalut en torno al Hospital de Bellvitge, que dimitió