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La menor violada y prostituida durante años por su primo mayor de edad fue violada por más de 20 hombres entre 30 y 40 ocasiones. Así lo ha recordado la víctima, que actualmente tiene 23 años, ante el tribunal de la sección 21 de la Audiencia Provincial de Barcelona. La joven ha explicado que su agresor le hizo creer que había adquirido una deuda de 3.000 euros con él para que accediese a mantener sexo a cambio de dinero con hombres.

"Me dijo que había unas fotos mías que habían salido a la luz, que alguien las tenía, y que él podía hacer que estas fotos no se publicasen", ha dicho. Su primo, que es unos 18 años mayor que ella, le hizo creer que él adelantaría 3.000 euros para evitar la difusión de estas imágenes, pero que ella tendría que devolverle el favor: por un lado, debía hacer que la familia de ella recuperase la relación con él, al que rechazaban por acosar a la menor; y por otro, tendría que devolverle el dinero ejerciendo la prostitución.

Los abusos empezaron cuando tenía 5 años

En su declaración, que ha durado 3 horas, la joven ha recordado que su primo empezó a abusar de ella a muy corta edad y que le hizo creer que todo era un juego, pero que ella enseguida se dio cuenta de que no quería hacer las cosas que le exigía a cambio de dejarla jugar con su ordenador o tablet: "Son cosas que me repugnaban. Me daba mucho rechazo".

Si se negaba, su primo la sometía a castigos, a veces sexuales, ha precisado la víctima, que ha descrito que su infancia y adolescencia transcurrieron en un clima de "amenazas y control" por parte del acusado, que llegó hasta el punto de intentar mudarse a la casa de la menor y que, ante la negativa de los padres de ella, alquiló una habitación en el mismo edificio para estar lo más cerca posible.

La chica ha dicho que, además de los abusos, sobre los 12 años comenzó a sufrir violaciones por parte de su primo y que, sobre esa misma época, le enseñó fotogramas de un vídeo sexual en los que aparecía otra niña, de unos 5 años en aquel momento, que ella reconoció --la otra víctima, también prima del acusado--.

Violada por más de 20 hombres

La Fiscalía calcula que el acusado obligó a esta víctima, que en aquel momento era adolescente, a prostituirse con hasta una veintena de hombres entre 30 y 40 ocasiones en pisos de Sabadell y Barcelona.

La chica ha manifestado que era él quien contactaba con los clientes, que en una ocasión le hizo grabar un mensaje de voz diciendo "hola, sí soy yo, quiero quedar contigo" para que los hombres creyesen que era ella quien respondía, y que le hizo fotografías con ropa provocativa y con máscaras que después supo que su primo utilizaba en los anuncios de los servicios sexuales.

Sobre el dinero que pagaban los clientes, que tenían edades comprendidas entre los 25 y los 75 años, según la víctima, la joven sostiene que era su primo quien lo recogía o que, si los hombres se lo entregaban a ella, tenía que dárselo y que, en ocasiones, le decía: "Hoy lo has hecho muy bien, vamos a gastar 20 euros".

No era voluntario

La joven ha negado taxativamente que ejerciera la prostitución de forma voluntaria y que se lucrase de este modo, como insinúa la defensa, y ha reiterado que la deuda que el primo le hizo creer que había contraído nunca se redujo, sino que aumentaba por cualquier castigo u ocurrencia.

Por su lado, el acusado, que ha mostrado su "absoluto arrepentimiento", se ha quejado de falsedades en el discurso de la víctima, pues aunque ha reconocido la autoría de los abusos, niega que la obligara a prostituirse, así como la elaboración de pornografía infantil.

Sin embargo, en la causa constan decenas de miles de archivos de contenido pedófilo, algunos de ellos en los que aparecen las dos víctimas manteniendo actividad sexual a edad muy temprana con él, imágenes que el fiscal ha dicho que, por su crudeza, no olvidará nunca.

Una tortura

La Fiscalía ha calificado de "torturas" los 11 años de abusos sexuales que sufrió la menor entre los 6 y los 17 años por parte de su primo: "De los 6 a los 17 años son 11 años, 11 años en los que la víctima sufrió torturas por parte del acusado, 11 años de abusos sexuales, 11 años de presión, de amenazas, de coacciones", ha subrayado el fiscal, que pide para el acusado 55 años de cárcel y una indemnización para las dos víctimas de 95.000 euros por los daños morales causados.

La acusación particular, que ejerce el abogado Ángel Aso, eleva esta pena hasta los 58 años y 700.000 euros. Aso sospecha que podría haber dos víctimas más, pues entre los archivos de pornografía infantil incautados al acusado hay imágenes de dos niñas que no han sido identificadas: instantáneas que se desconoce si son fruto de un intercambio con otros pedófilos o de elaboración propia.

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