Arranca en la sala de jurado de la Audiencia de Barcelona el juicio contra el hombre acusado de estafar, robar y asesinar a un matrimonio de ancianos en el barrio de La Bordeta de Barcelona en 2019. En su primera intervención, el fiscal Félix Martín ha calificado de "monstruo" al procesado, por quien reclama una condena de prisión permanente revisable por los dos delitos de asesinato con alevosía y ensañamiento.
"El que hizo eso es un monstruo, no es un acto impulsivo de matar, es un comportamiento criminal planificado, consistente en un abuso económico creciente sobre unas víctimas vulnerables, traducido y culminado con un asesinato a sangre fría en presencia de los dos juntos", ha expresado Martín ante los miembros del jurado popular.
Además, las acusaciones suman la petición de 2 años y 7 meses de prisión por un delito continuado de estafa y 10 años más por dos delitos de robo con violencia. En paralelo, se exige que el acusado indemnice al hijo de los fallecidos con 300.000 euros y a cada una de sus dos nietas con 100.000 euros por los perjuicios y daños morales causados.
En la fase de cuestiones previas, la Fiscalía ha pedido que se visualicen durante el juicio las imágenes que los Mossos tomaron durante la entrada y registro en el domicilio del sospechoso, en las que se ve al acusado ingiriendo una pastilla para suicidarse. Antes de finalizar su intervención, Félix Martín subrayado que lo que se juzga es un "acto planificado y terrible de matar a dos ancianos", que murieron "de una forma brutal, de una forma horrorosa, con un sufrimiento espantoso".
La estafa
El procesado, que en 2017 ya fue condenado por estafa a la pena de 21 meses de prisión por un juzgado de Granollers (Barcelona), conoció al matrimonio en marzo de 2019. En aquel momento, el acusado trabajaba como comercial en el sector de la venta de productos relacionados con la salud y el bienestar, principalmente enfocados a personas de la tercera edad.
Con motivo de esta relación comercial, el procesado acudía frecuentemente al domicilio de los ancianos y, "aprovechando las circunstancias de necesidad, de compañía y de la fragilidad propia de su edad", el acusado les vendió productos que no necesitaban y por los que les cobró una considerable suma de dinero.
El 12 de julio de 2019 consiguió, según la acusación pública, tener acceso a sus datos bancarios y se dio de alta en una plataforma de transacciones financieras usando el nombre y número de tarjeta de una de las víctimas, desde donde realizó al menos una transferencia de 100 euros.
El detonante
El 6 de agosto, el comercial presuntamente sustrajo la tarjeta de crédito del matrimonio e intentó sacar dinero en cajeros en hasta cuatro ocasiones, pero no pudo porque introdujo un PIN erróneo.
Este hecho propició que el matrimonio se enterara, pues la entidad bancaria les alertó de los sospechosos intentos de retiradas de efectivo. Acto seguido, la pareja de ancianos no solo ordenaron al banco que bloqueara la tarjeta, sino que pidieron explicaciones sobre lo ocurrido al comercial.
Pocos días después, en una fecha indeterminada que la Fiscalía sitúa entre el 16 y el 19 de agosto, el acusado, "a fin de intentar continuar con su plan y evitar las consecuencias del descubrimiento de sus actos", atacó al matrimonio en su casa con un instrumento cortante, con el que les asestó diversos golpes hasta causarles la muerte.
Con alevosía y ensañamiento
"Las víctimas no tuvieron oportunidad de defensa eficaz por cuanto no esperaban el ataque y se encontraban en la tranquilidad de su hogar y confiadas por su relación previa con el acusado", subraya la Fiscalía.
El Ministerio Público remarca que una de las víctimas tenía una importante afectación en su movilidad y un relevante deterioro cognitivo a causa de un ictus, por lo que dependía de la otra, que tenía su físico "seriamente mermado al sumar a su ancianidad el hecho de tener que ocuparse de otra persona".
Por todo ello, ninguno de los dos podía defenderse de un ataque con arma blanca perpetrado por una persona más joven y que gozaba de mejor forma física que, además, se ensañó con ellos, causándoles lesiones innecesarias para causarles la muerte y, después, les robó numerosas joyas.
18 meses investigando
El acusado, que declarará en último lugar a petición de la defensa, fue detenido por los Mossos d'Esquadra en febrero de 2021, tras una "muy complicada investigación que duró 18 meses", según ha explicado Martín, y desde entonces permanece en prisión provisional.
Por su parte, la defensa del acusado ha mostrado su disconformidad con el relato de hechos de la Fiscalía y la acusación particular y sostiene que no ha quedado acreditado que el procesado sea autor de estos hechos por lo que pide su libre absolución y recuerda que "sin delito no cabe hablar de responsabilidad civil".
El letrado ha insistido ante el jurado en que su defendido "no es una persona violenta" y en que es inocente de las dos muertes que le atribuyen, pues en este caso no existen pruebas de cargo.