Continúa en la Sala de Jurado de la Audiencia de Barcelona el juicio contra un grupo de cuatro camellos, acusados de matar a tiros a otro traficante en Tordera (Barcelona). Este miércoles, en la tercera sesión, un amigo de la víctima ha declarado que la intención de los acusados era robar "ocho o nueve kilos de marihuana", cuya compra habían apalabrado con el fallecido el día anterior.
Según el testigo presencial de los hechos y amigo del fallecido, dos de los ahora acusados acudieron a la urbanización junto a un intermediario el día previo al crimen. Uno de ellos subió al piso de la víctima para ver la marihuana, que estaba distribuida en "dos o tres bolsas negras" y cerraron un acuerdo. Quedaron en que la recogerían al día siguiente.
Su objetivo era robar la droga
Los hechos sucedieron sobre las once de la mañana del sábado 11 de junio del 2022. Según el relato del mismo testigo, cuando se reunieron para efectuar la transacción, uno de los acusados "se acercó a la bolsa, se agachó y la miró" y acto seguido sacó una pistola. El amigo del fallecido ha recordado que el mismo individuo les pidió que se tiraran todos al suelo. Así lo hicieron menos el fallecido, que se abalanzó sobre otro de los procesados que, según este testimonio, hacía gestos para sacar algo que podría ser otra arma.
Fue entonces, tal y como ya explicó este medio, que se inició una salvaje reyerta entre los dos vendedores de la droga y los supuestos compradores. Los cuatro asaltantes respondieron disparando a bocajarro contra este individuo y contra su perro. Las balas le perforaron el pulmón y el sujeto murió en el acto. El animal, que pudo sobrevivir, necesitó de una intervención de urgencia.
"Le quitaron la vida a mi amigo", ha dicho entre sollozos ante el jurado popular. Del mismo modo que el fiscal, el testigo considera que la intención de los acusados era la de robar la droga.
La versión de otra vecina
Por otro lado, una de las vecinas del bloque ha declarado que ella sí sospechaba que la víctima se dedicaba al tráfico de marihuana porque le ofreció personalmente que se metiera en el negocio si se quedaba sin trabajo.
El día de los hechos escuchó lo que creyó que eran petardos, por tratarse de una fecha próxima a San Juan, pero enseguida oyó a su vecino gritando "lárgate de aquí", motivo por el que abrió la puerta y asomó la cabeza. Según su relato, vio a una persona con una gorra que empuñaba un arma y, cuando salió, se encontró con el perro de la víctima en la puerta del ascensor sangrando y a su vecino entre el segundo y el tercer piso ya muerto.
"Por lo que yo sé se dedicaba a vender marihuana, se dedicaba a robar plantaciones, más de una vez le ha salido mal", ha dicho la testigo sobre la víctima, que ha expresado que los agresores querían robarle la mercancía que tenía y que el fallecido no se dejó.
Hasta 27 años de prisión
Los cuatro acusados huyeron del piso, propiedad de una de las víctimas, sin la droga que habían ido a buscar. Lanzaron la marihuana por una ventada y se montaron en una furgoneta Mercedes de color negro. Sin embargo, su plan de huida quedó frustrado cuando una patrulla de los Mossos d'Esquadra los interceptó pasados pocos minutos.
Tres de los cuatro sospechosos quedaron detenidos in situ. Uno de ellos logró huir, siendo localizado meses después. Los primeros arrestados ingresaron en prisión preventiva al día siguiente de los hechos, el 12 de junio de 2022, y el cuarto el 13 de mayo de 2023. Todos ellos están acusados de un delito de asesinato, tentativa de robo con violencia, maltrato animal, lesiones y tenencia ilícita de armas.
Por todo ello, el Ministerio Fiscal pide un total de 27 años de prisión para los cuatro camellos, además de una indemnización de 300.000 euros para los padres de la víctima mortal (150.000 para cada progenitor).