Las asociaciones de familias de los alumnos afrontan el inicio de un nuevo curso escolar con el foco puesto en la lucha contra la desigualdad en la educación y piden al nuevo Govern de Salvador Illa que centre sus esfuerzos en ello. En concreto, destacan la urgencia de avanzar en áreas como la educación inclusiva y las brechas socioeconómicas que afectan al acceso a la educación fuera del horario lectivo.
En representación de las familias, Lidón Gasull, directora de las Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Cataluña (Affac), recuerda a la nueva consellera de Educació, Esther Niubó, que el aumento del coste de la educación pública genera una gran desigualdad dentro del aula y que, por ello, muchos niños y adolescentes no acceden al sistema educativo en igualdad de condiciones y oportunidades.
Educación inclusiva
Casi siete años después de la aprobación del decreto 150/2017 de la educación inclusiva en el Parlament de Cataluña, familias y profesores siguen esperando y reclamando su despliegue. En este sentido, desde la Affac confían en que la conselleria de Niubó haga efectiva la norma presentada por el Ejecutivo de Puigdemont tan solo 10 días antes de la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre de 2017.
Ante las históricas reclamaciones de las familias sobre la falta de recursos en los centros públicos para atender a los alumnos con necesidades especiales, el decreto impulsa una red territorial de apoyo a la infancia y la adolescencia para facilitar el acceso a la educación a través de los colegios e institutos.
Diferentes sindicatos educativos y asociaciones de familias se han unido en los últimos años para protestar por el despliegue de la escuela inclusiva, reclamado el diseño de un plan de actuación urgente y una dotación presupuestaria, a fin de que todo el alumnado pueda participar del sistema educativo en igualdad de oportunidades, tanto en el horario lectivo como en el no lectivo.
Profesorado especializado
Uno de los principales retos de la implementación de tal decreto es “la falta de profesorado especializado”, detalla Gasull, quien lamenta que, a su parecer, “se han eliminado muchos filtros de selección por la falta de profesionales” formados y con experiencia.
La sobrecarga del sistema educativo catalán, con ratios de alumnos por aula muy elevadas, en comparación a otros territorios europeos, dificulta la posibilidad de dar respuesta a la diversidad del alumnado y sus necesidades de aprendizaje. Es por ello por lo que las asociaciones de familias de los alumnos ven como una cuestión prioritaria la ampliación de plantillas y la incorporación de perfiles de apoyo como veladores, logopedas o psicólogos.
El material escolar, más caro
La vuelta al cole de este año es la más cara de la historia en España; la compra de material escolar es casi un 10% superior que en septiembre de 2023 y se sitúa ya por encima de los 490 euros por alumno. A ello, detalla Gasull, hay que añadir entre 140 y 160 euros mensuales por el comedor escolar, además de las excursiones, unos 300 euros por curso, y actividades extraescolares. Este incremento de precios ha causado que el inicio del colegio suponga un gran reto económico para cada vez más familias.
Este año, la cuota de material escolar que las familias pagan a los centros para la compra de artículos como tinta de impresora, pintura o cartulinas asciende a una cantidad que oscila entre los 150 y 200 euros por alumno, según la estimación de la Affac. Desde la asociación no solo se quejan de que la Generalitat debería hacerse cargo de este gasto colectivo, sino que también aseguran que estos importes se terminan invirtiendo, en mayor o menor medida, en compras que en principio sí asume la conselleria, pero que, por falta de dotación económica, termina por no correr con esa responsabilidad.
Gratuidad del sistema educativo
“¿Qué pasa con la educación en el tiempo no lectivo?”, se pregunta Lidón Gasull acerca de las extraescolares y servicios como el comedor o la acogida que muchas familias no se pueden permitir. Este tipo de actividades, apunta, “crean una gran desigualdad entre los niños que pueden acceder a ellas y los que no”.
Muchas familias no pueden permitirse participar de estos entornos, lo que genera una brecha adicional en la formación y desarrollo de los alumnos. Los niños que no pueden acceder a estas actividades pierden oportunidades de aprendizaje y socialización clave para su crecimiento.
Revaluar la digitalización
Más allá de la brecha digital, que posiciona a los alumnos de un mismo grupo en situación de desventaja por la falta de recursos para acceder a la tecnología del mismo modo, Lidón Gasull expone la necesidad de “revaluar la digitalización” que la Generalitat ha implantado en las aulas en la última década. Destaca la oportunidad de considerar “las consecuencias”, positivas y negativas, que las herramientas digitales han traído a la educación para poder “ver cómo hay que actuar” y qué dirección seguir.
La directora de la Affac reivindica más soberanía digital en el entorno educativo para garantizar los derechos digitales de los menores, una cuestión que, indica, actualmente no se está respetando en el colegio público catalán. Piden que profesores y alumnos puedan tener el control sobe su privacidad y su huella digital.