Con el inicio del nuevo curso escolar a la vuelta de la esquina, los sindicatos educativos han comenzado a movilizarse para hacer llegar sus demandas a la nueva consellera de Educació, Esther Niubó (PSC), que ha recogido recientemente el testigo de Anna Simó (ERC) con el cambio de Govern. A ella se le presenta el reto de gestionar las preocupaciones y necesidades de una comunidad educativa desgastada que aún arrastra los recortes de 2008.
Las demandas del profesorado abarcan cuestiones como el incremento salarial, la necesidad de ampliar las plantillas docentes y reducir las ratios, la falta de democracia en los centros o la no recuperación de la sexta hora; temas que afectan directamente a la calidad educativa de Cataluña, ya mermada, como apuntaron los resultados de PISA publicados en diciembre.
Desde USTEC, el sindicato mayoritario en la escuela pública catalana, afrontan este inicio de curso con incertidumbre acerca del cambio de consellera y le piden “voluntad negociadora y de escucha”; en concreto, instan a Niubó a “escuchar a la comunidad educativa, que está en el día a día de los colegios”.
Por su parte, el programa de Illa para la mejora de la educación recoge también los objetivos de reducir el abandono escolar por debajo del 9%, ahora situado en el 14%, impulsar el trilinguismo e implementar el servicio de refuerzo en los centros con necesidades especiales, retos a los que también se enfrenta Niubó.
Democracia en los centros
“El decreto de plantillas y direcciones de Aragonès ha llevado a los claustros un funcionamiento vertical”, apunta Iolanda Segura, portavoz de USTEC, sobre una de las cuestiones que más han preocupado al profesorado en los últimos meses. Lamenta que los profesores tienen ahora menos margen de actuación en el aula, para aplicar los métodos educativos más adecuados a cada grupo: “Ahora, la toma de decisiones es unilateral por parte de las direcciones y se impone el modelo educativo a los claustros”.
Asegura que, anteriormente, Cataluña era un referente en innovación, gracias a que los profesores tenían la libertad de diseñar sus propias soluciones, pero que el hecho de que los docentes no puedan participar en el desarrollo del proyecto educativo, ni elegir sus propias metodologías “daña mucho la calidad de la educación” y “afecta a la autoestima del profesorado”.
“Con sueldo de profesor no se vive en Barcelona”
La revisión del sueldo de los profesores de la escuela pública en Cataluña, que la UGT situó en 2.261,96 euros brutos al mes en 2023, es otra de las principales reivindicaciones de los sindicatos. Segura defiende que, por ejemplo, “con un sueldo de maestro no se puede vivir en Barcelona”, en relación con los altos precios de la vivienda y el nivel de vida.
Los bajos sueldos, asegura, están llevando a un “abandono de la profesión” sin precedentes, ya que los catalanes son “los docentes peor pagados del Estado”. Tan solo en un par de comunidades autónomas los sueldos percibidos por los profesores son más bajos, pero al asociar los salarios a los precios de la vida, Cataluña se sitúa a la cola de España, detalla.
Reducción de ratios y la sexta hora
La pandemia del Covid evidenció las dificultades de gestionar grupos numerosos. Desde USTEC afirman que una reducción en el número de alumnos por clase no solo mejoraría la atención individualizada, sino que también permitiría un aprendizaje más eficaz y una disminución del estrés para los docentes. Según los representantes sindicales, las ratios actuales no son sostenibles para ofrecer una educación de calidad.
De hecho, el sindicato que Segura representa aboga por la no reinstauración de la sexta hora que Comuns ha logrado situar en el pacto de investidura de Salvador Illa e invertir esos recursos en la ampliación de plantillas para poder reducir las ratios.
Estabilización de las plantillas
Tras el lío con la asignación de plazas para el curso entrante, en que no son pocos los profesores que tendrán que recorrer dos horas o más de trayecto para llegar a los centros educativos donde darán clase, los sindicatos vuelven a cargar con la estabilización de las plantillas.
A esta demanda se le añade la especialización de las mismas para mejorar la atención a la diversidad con profesionales como orientadores, psicopedagogos, logopedas y personal de apoyo. Sin embargo, la falta de estos perfiles especializados en muchos centros escolares estaría limitando la atención adecuada a estudiantes con necesidades educativas especiales, por lo que desde USTEC exigen una mayor inversión en estos recursos humanos que consideran imprescindibles.
Noticias relacionadas
- Calendario escolar 2024/25 en Cataluña: cuándo empiezan las clases y qué vacaciones habrá
- El gran problema de la escuela catalana: mucho tiempo en clase pero poco productivo
- El tormento de los profesores a los que la Generalitat no devuelve la plaza tras enseñar en EEUU: “No podemos ni alquilar un piso”