La lucha de los profesores catalanes a los que la Generalitat niega la reincorporación a su plaza fija de funcionario sigue por la vía judicial. Junto a Sandra, la profesora de Cambrils que ha alzado la voz en contra de las condiciones que el Departamento de Educación ofrece a los docentes a su regreso a Cataluña tras participar en el programa de intercambio de profesores en Estados Unidos, son cada vez más los que se atreven a denunciar la desigualdad con el resto de comunidades autónomas y las dificultades que supone pasar el verano sin sueldo.

Xoán, funcionario desde 2010, ha explicado a Crónica Global que los profesores del Consorci d’Educació de Barcelona sufren las mismas consecuencias. Tras pasar un curso en el estado norteamericano de Maryland, regresó a Cataluña a principios de julio y la falta de sueldo hasta septiembre le ha ocasionado un periplo de obstáculos para encontrar una vivienda: “No puedo demostrar que soy funcionario en activo”, asegura.

Comenta que “un funcionario en servicios especiales no es lo más seguro para alquilar” y que, pese a contar con algunos ahorros, la opción de vivir dos meses en un hotel o en un arrendamiento temporal hasta recuperar el sueldo, le supondría “gastarlo todo”. Finalmente, ha tenido que contar con la buena fe del arrendador y su confianza en que, efectivamente, accederá a su plaza en septiembre.

“No hay jurisprudencia”

Gemma, profesora de Olesa de Montserrat, se reincorporó a su plaza en septiembre de 2023 tras dos años en el estado de Utah y lleva meses de gestiones legales. Ha demandado al departament que esta semana Anna Simó (ERC) ha traspasado a Esther Niubó (PSC) y ahora está pendiente de la resolución. Detalla que la abogada de Educació solicitó que se declarara inadmisible por no haber presentado, antes de marcharse a Estados Unidos, un recurso al contrato de servicios especiales en el que consta que no se podrá reincorporar a su puesto habitual hasta después del verano; algo imposible por los cortos tiempos entre la firma del documento y el inicio del curso al otro lado del Atlántico.

Anna Simó y Esther Niubó, en el traspaso de carteras, este lunes GOVERN

Es la única, de todos los docentes catalanes que volvieron de Estados Unidos en 2023, que ha llegado tan lejos en la vía judicial y, detalla, que en un par de ocasiones anteriores, a finales de la anterior década, la Generalitat terminó aceptando el pago de las mensualidades del verano antes de terminar en juicio, lo que generaría jurisprudencia y facilitaría la resolución de casos futuros.

“Cataluña se salta la ley madre”

En lo que coinciden los profesores consultados por Crónica Global es en que “Cataluña se salta la ley madre”, el Real Decreto 365/1995, que establece un plazo de un mes para la reincorporación de los funcionarios españoles a su plaza habitual, tras prestar servicios especiales, como este tipo de intercambios o el ejercicio de funciones políticas, por ejemplo.

Denuncian las diferencias con otras comunidades y otras profesiones. Gemma asegura que conoce de primera mano el hecho de que en el resto de autonomías se permite a los profesores reincorporarse a su plaza dentro del mes establecido por normativa estatal, y que compañeros catalanes que han pedido servicios especiales por motivos distintos al suyo también han tenido la oportunidad de volver con el curso ya empezado, sin necesidad de esperar al inicio del curso siguiente. Xoán y Sandra coincidieron con ella en todos los sentidos.

“Impacto emocional”

A un lado de las cuestiones materiales y logísticas, Xoán lamenta el “impacto emocional” que está viviendo por la incertidumbre y por tener que hacer frente a los trámites legales y reclamaciones para recuperar el dinero que no está cobrando durante el verano. “El daño que se me ha hecho está ahí y no habrá nada que lo compense”, asegura el profesor, que no se imaginaba las dificultades que se iba a encontrar.

Ahora, dice, solo le queda “seguir avanzando para que se reconozcan los derechos de los profesores al volver tras ofrecer servicios especiales en el extranjero”, igual que sucede en otras comunidades autónomas. Su lucha se centra en “que no siga pasando en el futuro” y que los docentes de las próximas generaciones no encuentren sus mismas trabas.

A raíz de los impedimentos de la Generalitat, “hay gente que se echa atrás” y renuncia a vivir esta experiencia en el extranjero, apunta el profesor, quien considera que las trabas administrativas no deberían ser el motivo por el que un docente se planteara participar o no en un intercambio internacional.

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