El cianoacrilato, comúnmente como superglue, es un pegamento muy resistente, que sirve para juntar superficies de distinto material. Aunque puede resultar muy útil en determinadas circunstancias, puede ser peligroso si entra en contacto con la piel.
Uno de los "accidentes" más comunes que suceden con este pegamento se da cuando se derrama en los dedos y estos se quedan pegados entre sí. Entonces, ¿cómo es posible separarlos?
El truco de la sal
Circula por redes sociales un truco en el que muestran cómo la aplicación de sal, y después de agua, sirve para poder despegar la unión de los dedos con el pegamento. Vídeos como el del chef Anatolii Dobrovolskyi --en el que él mismo comprueba el truco, en base a otro vídeo, de otro usuario-- se han hecho virales y, ciertamente, es un remedio que funciona. Sin embargo, cómo se presenta el truco en redes no es del todo eficaz.
El compuesto del cianoacrilato se puede disolver directamente con agua. De hecho, el agua tibia y el jabón son los ingredientes que, de una manera mucho más eficaz, van a acabar con el superglue en la piel. Por lo tanto, la sal no cambia absolutamente nada, ya que esta no va a interferir en la disolución de la cola. Este fenómeno lo ilustra el divulgador de química Breaking Vlad, en su canal de YouTube.
El manual de instrucciones
Los manuales de instrucciones oficiales de Loctite --la marca que distribuye el pegamento de cianoacrilato Superglue-- explican que si los dedos se quedan pegados "no hay que despegarlos con tirones". En su defecto, "se pueden separar con una cuchara pequeña, si esta ha sido previamente mojada con agua y jabón".
Incluso van más allá de los dedos. También explican qué hacer si los labios quedan pegados con el pegamento: "aplicar agua templada, humedecer y presionar al máximo con la saliva desde el interior de la boca", para así que queden separados.