Ni un solo día pasa sin que los inquisidores del catalán señalen a algún comercio o marca por dar prioridad al castellano. Carrefour, Decathlon, Consum y BonÀrea son algunas de las últimas víctimas de los ultras de la lengua.
Uno de los casos más recientes ha ocurrido en Carrefour, cadena recientemente multada por la Generalitat por etiquetar en castellano unos pañales y un peluche. El conflicto, sin embargo, ahora se ha trasladado a la caja, entre un cliente y una dependienta.
"Ni el esfuerzo hacen"
Lo ha explicado el agraviado en X, donde ha puesto en la diana el Carrefour de la calle Teodoro Llorente de Barcelona: "He sido atendido por Kelly y, después de repetirle tres veces mi DNI en catalán, me ha dicho que hable español. Al final he claudicado y se ha echado a reír. Invasores sin educación".
Días atrás se produjo una situación parecida en un Decathlon de Girona. Lo dijo Cristina, una clienta "decepcionada", en la misma red social: "Cada vez es más difícil encontrar personal que hable catalán. No hacen ni el esfuerzo, y algunos te miran mal si mantienes el catalán. Con el cambio de distribución de la tienda se ha priorizado el castellano".
La pajita que tapa el catalán
Los supermercados Consum tampoco se libran de los ultras. En este caso, Marta, clienta, expone en las redes sociales que la pantalla de la caja de autoservicio "cambia automática y preventivamente al castellano cuando terminas, no sea que al próximo cliente le dé un ictus si se encuentra el catalán a traición en la pantalla". En respuesta, otros usuarios dicen que ocurre lo mismo en Ikea, Leroy Merlin y McDonald's, entre otros comercios.
Pero, sin duda, el caso más llamativo se ha producido en BonÀrea. David, un cliente de los supermercados, los señala en público por un batido: "Los del BonÀrea tienen unos huevos que se los pisan. Hacen productos con un lado en catalán y el otro en castellano, pero han decidido poner la pajita del lado etiquetado en catalán. Obviamente, decisión premeditada. ¿Se habrían atrevido a hacerlo al revés?".