Barcelona se está labrando la fama de ser una ciudad turismofóbica. Las sucesivas manifestaciones contra el turismo celebradas estos pasados fines de semana no ayudan a que las personas que quieran conocer el territorio se acerquen.
“La ira y el resentimiento de los locales obligados a abandonar sus barrios todavía no ha llegado a su punto álgido”, advierte además un medio de alta credibilidad, como es el The New York Times. Los turistas no son bienvenidos. Pero esta no es la única ciudad catalana que muestra este rechazo a las visitas.
Qué ciudad es
Antes de que los ciudadanos de Barcelona se concentraran en protestas que han acabado con disparos de pistolas de agua a los turistas en terrazas, otra ciudad causó el terror. Se trata de Girona.
Si la prensa estadounidense e incluso la austriaca advertía estas últimas semanas de la situación en la capital catalana, hace unos meses, la ciudad marcada fue la que dio la bienvenida al rodaje de Juego de Tronos. Las redes ardían.
Movimiento vecinal
Girona es una de las ciudades favoritas de los británicos para jubilarse. Muchos viven allí desde hace años, pero por primera vez en mucho tiempo se han sentido expulsado. Han vivido el miedo.
La Plataforma Decreixement Turístic Girona, que defiende el turismo, pero aboga por la reducción de turistas en la ciudad, hizo lo mismo que se ha hecho estos fines de semana en Barcelona y que, en jornadas posteriores, se hizo en Ibiza y Palma de Mallorca. Pero fueron mucho más certeros en su disparo. De allí el mayor temor.
Contra pensionistas también
Si hasta ahora se ha salido a la calle a protestar, este movimiento vecinal ha optado por guardar las formas y acudir directamente allí donde está el poder. Los gerundenses se acercaron al Ayuntamiento para presentar una especie de lista de turistas extranjeros, que son residentes en la ciudad catalana.
Esta especie de marca a los foráneos ha sentado muy mal. Directamente, ha dado miedo a muchos pensionistas que hasta ahora vivían tranquilos y se hacían con la gente de Girona y que se ha visto señalados, marcados.
Asimismo, ha exigido al consistorio que tome medidas para evitar el turismo de masas e incluso para los expats (extranjeros que residen en la ciudad pero teletrabajan para empresas de fuera del país). Consideran que son ellos los que hacen encarecer el precio de la vivienda al cobrar sueldos más altos y poder pagar ciertas cifras.
La situación ha llegado a un extremo que medios como Inews han publicado artículos en los que resume cómo, en los últimos años, los residentes extranjeros o las personas que viven de fuera sienten cada vez una mayor hostilidad hacia ellos.
Las 'razones' de los manifestantes
Algunos descartan la xenofobia. "Es más una guerra de clases sociales que un choque entre diferentes nacionalidades y culturas", revela uno de los entrevistados por el medio.
Lo que sí se destaca es que pueda haber un componente político. "Muchos lugareños que siguen a grupos populistas de extrema derecha en Cataluña están enojados porque podemos comprar las casas más hermosas y venir aquí a vivir el sueño bajo el sol español", asevera una de las personas que hablan para la prensa británica.
Otros consideran que lo que hay es mucha envidia. Afirman que el problema radica en que los españoles cobran poco y ellos mucho más, por lo que sienten algo más que recelo.
En cualquier caso, la situación la pintan dantesca. Algunos de los vecinos extranjeros de Girona llegan a confesar a la publicación que temen salir a la calle. Incluso hay quien apunta que ha dejado de desplazarse para ir a hacer ciertos recados.
Atractivo turístico
Girona es una de las ciudades catalanas donde más se ha incrementado el turismo en los últimos años. La proximidad con la Costa Brava y los rodajes de películas y series han despertado el interés de los extranjeros.
Eso, sumado al aeropuerto que está cerca de la ciudad, han sido factores que han ayudado a resultar atractiva para turistas y personas que quieran buscar un nuevo destino para vivir, como han hecho y hacen muchos españoles. Los modos de protestar, por eso, asustan y cada vez ofrecen una imagen más espeluznante.
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