El mensaje que traslada el científico que acaba de recibir el premio Princesa de Girona en Investigación, Moisés Expósito-Alonso, es que “ya hay efectos que se notan y se puede ser optimista, aunque en materia de biodiversidad todavía se va por detrás”, si se habla de cambio climático y protección. Una nota positiva entre una proyección fatalista de la evolución en este sentido,
“Aunque de momento no se alcanza el Acuerdo de París, ya no nos dirigimos a los cuatro grados o cuatro grados y medio que se proyectaban en el año 2000, sino que estamos en camino de los dos o dos y medio”, recalca como primera idea en una conversación tranquila tras recibir el prestigioso galardón. Si se sacan las cuentas, “en los últimos 24 años, ha bajado un grado y medio el calentamiento proyectado para el 2100”, señala.
No obstante, esta es la primera pieza del puzzle. El cambio climático también va de la mano de la biodiversidad y de cómo salvar las especies frente a una extinción a escala masiva, producida por la destrucción de los ecosistemas y un cambio climático que, hasta hace poco, no tenía freno. La otra idea clave que pone encima de la mesa, es que “si invertimos en protección, la naturaleza sigue su curso; uno de los ejemplos más recientes es el lince ibérico, que ha dejado de estar en peligro”.
Cambio de mentalidad
Expósito-Alonso explica que “luchar contra el cambio climático y proteger la biodiversidad es algo que se ha de hacer de forma conjunta; cuando se soluciona un problema, se soluciona el otro”. De hecho, las intenciones son las de proteger un total de hasta 260.000 especies en 2030 a través de planes de conservación de ecosistemas y de repoblación.
En 2024, en el Congreso Mundial de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés), ya han conseguido incorporar hasta 163.000. Más allá de la preservación, hay un elemento que es crucial para comprender cómo las especies pueden ser más resilientes frente al cambio climático, y evitar así su extinción: la genética.
El galardonado da a conocer una de las primeras conclusiones a las que se ha llegado al respecto: “Cuanta más diversidad genética tiene una especie, más resistente es a la extinción”. Aboga por “proteger la diversidad genética” para evitar desapariciones a grandes escalas. De hecho, el motivo de su reconocimiento no ha sido otro que el de “entender si las especies se adaptarán, y cuáles van a ser más resistentes al cambio climático”.
Importancia de la genética
¿Por qué es importante conocer y preservar la genética? En primer lugar, porque así hay mucha más información sobre las especies. “Monitorear es un paso clave para la protección, y si entendemos cómo proteger, daremos más opciones para que no se extingan”, explica.
El investigador ilustra el fenómeno con el siguiente ejemplo: “Cuando hay una plantación de monocultivo, todo lo que hay pertenece a la misma especie; entonces, si llega una plaga que ataca a esta especie en concreto, todo el cultivo está en peligro, ya que es exactamente el mismo y está expuesto al mismo tipo de peligro”.
La importancia de proteger la biodiversidad
Por ello, pide mantener la inversión en protección de la biodiversidad, así como también en llevar a cabo descarbonizaciones a todos los niveles. Celebra uno de los hitos a los que se llevó a cabo en la COP de Biodiversidad de 2022, celebrada en Montreal, en la que por primera vez se protegía de forma explícita esa diversidad genética. “Hasta entonces no había un objetivo claro. En los antiguos tratados se hablaba de proteger la genética de la flora y fauna de agricultura, pero no de especies silvestres”, sentencia.
Este martes arrancan los actos de la Fundación Princesa de Girona en Lloret de Mar para que los premiados puedan ejercer una mentoría con otros jóvenes de la organización. La gala oficial tendrá lugar este miércoles.