Los médicos que atendieron a la menor de 16 años víctima de una violación en Igualada (Barcelona) durante la madrugada del 1 de noviembre de 2021 han asegurado con rotundidad, durante el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona, que las lesiones que presentaba eran mortales de necesidad. “Las vemos más en la sala de autopsias que en una consulta”, ha precisado uno de ellos. 

Las heridas que presentaba la adolescente comportan un riesgo vital que en un número elevado de ocasiones causan una muerte inmediata o a las pocas horas si no se recibe asistencia médica inmediata. 

“Es un milagro que haya sobrevivido”

Las tres lesiones que tenía en la cabeza eran mortales de manera individual. Juntas, tenían “un efecto sumativo de riesgo de muerte inminente”. También el resto de heridas que presentaba en su cuerpo, que le han dejado secuelas irreversibles que derivan en un cuadro de estrés postraumático grave. 

Según los forenses, la menor pudo haber muerto desde el primer momento. “Cada minuto era importante”. Además de la gravedad que revestían estas lesiones, el acusado, Brian Raimundo C. M., la abandonó desnuda a 15º, de forma que cuando llegó al hospital presentaba hipotermia. 

La reacción instintiva del camionero que la halló malherida fue clave para que la chica sobreviviese. El hecho de cubrirla con su chaqueta hizo que la joven aguantase con vida hasta la llegada del Servicio de Emergencias Médicas (SEM). Si el transportista no hubiese hecho esto, los médicos creen que la posibilidad de fallecimiento hubiese sido “de un 100%”. “Ha sido un milagro encontrarla con vida”, han precisado. 

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