Brian Raimundo C.M., acusado de violar brutalmente y dejar al borde de la muerte a una menor de 16 años en Igualada el 1 de noviembre de 2021 se sentará el lunes en el banquillo de los acusados de la Sección 10 de la Audiencia Provincial de Barcelona. El presunto autor de un delito de agresión sexual y otro de asesinato en grado de tentativa se enfrenta a 45 años de prisión por estos hechos.
Quien no acudirá a la vista oral será la víctima. Aunque inicialmente el tribunal había acordado que la joven declarara por videoconferencia desde otra sala del Palau de Justícia acompañada por una persona de su confianza, finalmente, a petición de la fiscalía y de las acusaciones, no tendrá que acudir, pues según un informe de la Oficina de Atención a la Víctima, hacerle revivir esta brutal agresión podría derivar en una “agravación de su afectación psicológica”.
El tribunal ha aceptado que se practique la prueba preconstituida -es decir, que se reproduzca la grabación de su declaración en fase de instrucción- ante el riesgo de revictimización que existe, teniendo en cuenta que la víctima sufre importantes secuelas tanto físicas como psicológicas.
El juicio durará una semana
En la primera de cinco sesiones declararán seis testigos y, siempre que su defensa no pida que lo haga al final del juicio, se podrá escuchar también la versión del acusado.
La fiscalía pide para él 45 años de prisión -30 por el intento de asesinato y 15 por el de agresión sexual-, además de una indemnización para la víctima de 260.000 euros y 10 años de libertad vigilada cuando salga de prisión.
La brutal agresión
La salvaje violación sucedió durante la noche de Halloween de 2021, cuando la menor acudió a una fiesta con sus amigos en la discoteca Epic de Igualada, sala que ahora se persona en contra del acusado junto a otras siete acusaciones más.
Ya de madrugada, sobre las seis de la mañana, la joven se despidió de uno de sus amigos en la entrada de la discoteca y emprendió un recorrido por el polígono industrial hacia la estación de tren para regresar a la casa de su madre.
El agresor la siguió y la asaltó "de forma sorpresiva" cerca de un descampado, una zona "solitaria y huérfana de testigos, poco iluminada y sin cámaras", para agredirla sexualmente "de manera brutal", sostiene la fiscalía, demostrando un "absoluto desprecio a su condición de mujer".
Las lesiones eran mortales
Después de violarla, le propinó un fuerte golpe en la cabeza, causándole una fractura craneal, y la abandonó a su suerte. Si no hubiese sido porque un transportista la encontró, la joven habría muerto, pues las lesiones eran “mortales de necesidad”.
Además de la fractura craneal, la menor sufrió heridas por todo el cuerpo, por lo que tuvo que estar ingresada durante tres días en la unidad de cuidados intensivos (UCI), fue sometida a múltiples intervenciones quirúrgicas y estuvo casi un año hospitalizada. A día de hoy, tres años después, arrastra secuelas como "estrés postraumático grave y desestabilización personal".
Intentó violar a su propia hermana
En el momento de estos hechos el procesado ya contaba con una condena de cuando tenía 15 años (en 2016) por intentar violar a su hermanastra pequeña, de apenas siete años, mientras estaba alojado con la familia en un camping, unos hechos que denunció su propia madre.
El Juzgado de Menores de Girona le condenó en su día a un año de internamiento. Sin embargo, la pena fue suspendida con la condición de que cumpliera con la libertad vigilada, siguiera un tratamiento psiquiátrico y acudiera a desintoxicación.
No siente remordimiento
Los informes sobre el perfil criminal y psicológico elaborado por los Mossos d'Esquadra, que lo localizaron y detuvieron meses después de la salvaje violación tras una ardua y compleja investigación, lo describen como una persona con comportamientos "vejatorios y humillantes" con las mujeres para "dañarlas" física y moralmente y que no tiene, además, "remordimiento" tras cometer sus "acciones agresivas".
También lo avalan los informes psicológicos, en los que se le califica de “impulsivo, incapaz de gestionar escenarios de frustración, violento y con una sexualidad no normalizada”.