A las 5.35 horas de este jueves, los Mossos d'Esquadra han irrumpido en el número 13 de la calle de Sant Sebastià de Igualada (Barcelona) y han detenido al presunto autor de la brutal violación de una menor de 16 años a la salida de la discoteca Epic de la localidad hace ahora cerca de seis meses. Una agresión sexual que conmocionó a toda España. Con el arresto de este joven de 20 años y de origen boliviano la policía pone punto final a una ardua investigación que puso a la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) --de reciente creación-- contra las cuerdas.
Fuentes policiales aseguran que la unidad, dirigida por la inspectora Ester Salcedo, "no dejó de investigar ni un solo minuto". Lo hicieron con todo en su contra. La víctima, que fue hallada inconsciente por un camionero en el polígono industrial de Les Comes de Igualada con un severo traumatismo craneoencefálico, no pudo aportar datos sobre su supuesto agresor. Tampoco había testigos y en la zona en la que se cometió la agresión sexual había pocas cámaras de seguridad. Las que funcionaban captaron unas imágenes muy pobres, borrosas, que los investigadores han revisado hasta la saciedad. Pero, la clave, ha sido el posicionamiento del teléfono móvil del agresor y las vigilancias y seguimientos que realizaron los investigadores en torno a este joven, que cuenta con antecedentes por delitos sexuales.
Buscan ADN
En el registro en la vivienda del sospechoso los Mossos buscan cualquier indicio que lo vincule con los hechos, aunque tienen el pleno convencimiento de que se trata del autor. Los agentes han trabajado más de seis horas en el inmueble. Fuentes policiales indican que los investigadores se afanan en recuperar cualquier pieza de ropa que pueda tener ADN de la víctima, como pelos o restos de piel, pese a que desde la violación, cometida el 1 de noviembre del 2021, han transcurrido varios meses.
La tarea de los agentes la han apoyado efectivos de la Brigada Móvil de los Mossos d'Esquadra, que han custodiado de forma discreta el domicilio por si se produjeran incidentes. Y es que la agresión a la chica de 16 años indignó a todo el país. Especialmente por los detalles que la propia familia ha explicado sobre el calvario que tuvo que sufrir la joven tras ser atacada en Igualada. La menor ha requerido semanas de hospitalización y cinco intervenciones quirúrgicas.
Asaltada cuando se marchaba a casa
La brutal violación tuvo lugar en las proximidades de la salida de la discoteca Epic, situada en el polígono industrial de Les Comes de Igualada, la madrugada del 1 de noviembre. La chica, que tenía 16 años en el momento de los hechos, regresaba a casa cuando la atacó un (o más) individuo. Fue golpeada con una barra de hierro antes de perpetrar la violación salvaje.
Un camionero encontró a la menor horas después de que fuera atacada. La halló desnuda e inconsciente y pensó que había muerto, aunque el personal de Emergencias que la atendió descubrió que seguía con vida. El tratamiento de recuperación de la chica empezó en el mismo polígono industrial. También se inició allí la tarea de la UCAS para identificar, localizar y detener al agresor.
Discreción
El trabajo de los investigadores se llevó con suma cautela. Tutelado por el secreto de actuaciones, Mossos d'Esquadra ha procurado que no hubieran filtraciones a los medios de comunicación que pudieran entorpecer la investigación. Hasta hoy, cuando la propia policía catalana ha anunciado el arresto en su cuenta oficial de Twitter. Entre las felicitaciones que ha recibido el cuerpo de seguridad catalán se encuentra la del consejero catalán de Interior, Joan Ignasi Elena, uno de los primeros en desatacar el buen trabajo de los agentes.
Mientras, ha arreciado el debate ciudadano sobre la violencia sexual machista e incluso sobre la inseguridad en Igualada. De hecho, el propio alcalde del municipio, Marc Castells, ha recordado que el ayuntamiento colocará más cámaras en la zona. Por su parte, desde la patronal Fecalon se ha recalcado que el ocio "jamás es problemático de por sí, sino que hay individuos violentos que lo son, como en otros entornos". La organización también se une a las demandas de que se debe brindar más seguridad a los jóvenes que salen de fiesta.
Toni Castejón (SAP-Fepol): "Excelente trabajo de los agentes"
A preguntas de Crónica Global, el portavoz del sindicato policial SAP-Fepol Toni Castejón ha enfatizado el "buen trabajo" de los agentes implicados. El también efectivo policial ha recalcado que la investigación "ha sido complicadísima", por cuanto "no había grabaciones, testigos y la información que tenía la víctima era escasa". Por ello, funcionario de diversas unidades colaboraron conjuntamente hasta que pudieron hallar el hilo del que tirar.
"Fue crucial la reconstrucción", insiste Castejón, quien alaba el trabajo de la unidad UCAS contra las agresiones sexuales y el de todos los agentes implicados en las pesquisas. "Supieron aislarse de la presión, que era enorme, y trabajar con discreción y rigor hasta la detención", ha apostillado.
Abogada y criminóloga: Importancia de la declaración
En conversación con este medio, la abogada y criminóloga especializada en delitos sexuales Marta Pellón, de Palladino Pellón & Asociados, ha recordado que "las condenas penales en este tipo de delitos muchas veces solamente se basan en la declaración de la víctima ya que como es lógico no suelen existir testigos de los hechos".
Para que esta declaración sea prueba de cargo será necesario "una serie de requisitos que la jurisprudencia ha considerado esenciales como son: la ausencia de incredibilidad subjetiva, verosimilitud y persistencia en la incriminación". A este factor se le unen las "lesiones tanto físicas como psíquicas". Estas "son consideradas pruebas junto con la declaración de la víctima".
Se enfrenta a 15 años
Si los tribunales le hallan culpable, ¿cuántos años de privación de libertad se juega el presunto violador de Igualada? "Como ocurre en muchos delitos, nuestro Código Penal contempla el delito básico y después contempla agravantes. En el caso de las agresiones sexuales nuestra legislación prevé diversas condenas dependiendo del caso", subraya la letrada.
"Para una agresión sexual a menores de 16 años, las penas pueden oscilar de 12 a 15 años e incluso penas en su mitad superior si existe actuación conjunta de dos o más personas o cuando la violencia ejercida revista un carácter degradante", agrega Pellón. En cualquier caso, la profesional hace hincapié en que "tanto víctima como investigado cuenten con un abogado especializado en este tipo de asuntos penales".