La lucha del centenar de familias afectadas por el cambio de manos del Cámping Sant Salvador de Coma-ruga (Tarragona) ha llegado a su fin sin haber logrado su propósito. El cámping ha iniciado la temporada el primer fin de semana de junio, días después de que los clientes de toda la vida se hayan despedido del lugar donde han veraneado desde hace más de 40 años.

Tras meses de desentendimiento entre los gestores del establecimiento turístico y la plataforma de campistas, la empresa ha lanzado una oferta in extremis a la que se han acogido unas 10 familias. Todas ellas podrán disfrutar del cámping durante dos temporadas más a un precio de 5.000 euros el verano, cantidad que se le tiene que sumar otros 2.000 euros de fianza inicial y los gastos de suministro de agua y luz durante sus estanzas. El resto, o han logrado reubicar sus mobilehomes en otros espacios, del establecimiento o de otros cercanos, o los han terminado vendiendo.

Reapertura de lujo

El nuevo Cámping Sant Salvador, u HolaCamp Vendrell, depende de si se consulta en la web original del complejo o en la de la compañía de glamping, reabrió sus puertas en el primer fin de semana de junio con un espacio parcialmente renovado. De momento, se han instalado nuevos bungalows, cabañas de madera y mobilehomes más modernos, cuyos precios parten de los 120 euros la noche. Las parcelas para tiendas de campaña cuestan entre 40 y 45 euros.

En algunas de las parcelas donde antes había tiendas de campaña, a partir del 1 de julio habrá unas jaimas de lujo que, de momento, se alquilarán a entre 50 y 60 euros la noche, dependiendo del tamaño. El precio, sin embargo, podría alcanzar los 150 o 200 euros la noche, si se iguala al del resto de resorts de la compañía.

También se le ha dado un lavado de cara al edificio de lavabos y duchas, aunque se prevé que, para la próxima temporada, se renueven por completo.

Tres meses de conflicto

El conflicto estalló después de que la empresa HolaCamp entrara a formar parte de la propiedad del cámping para implementar su formato de glamping con bungalows, tiny homes y jaimas. Para adecuar las instalaciones antes de la reapertura, la gestión del establecimiento pidió, el pasado 12 de febrero, a los abonados de temporada que retiraran sus caravanas y mobilehomes en un plazo máximo de un mes.

Esto afectaba a casi un centenar de familias, la mayoría de las cuales se unieron para pedir a la empresa más tiempo ante la imposibilidad de desalojar el lugar en tan sólo cuatro fines de semana. Hasta finales de mayo, las partes han tratado de negociar y se han reprochado mutuamente que el otro no quisiera entablar diálogo en unas determinadas condiciones, pues la empresa quería negociaciones individuales y los afectados pedían hacerlo como colectivo.

La oferta más cara

Han sido tres meses de tira y afloja a través del burofax en los que el Cámping Sant Salvador ha requerido a sus clientes de temporada marcharse de manera inmediata, mientras los abonados pedían, al menos, una temporada más para poder organizar la retirada. Según informó Sandra López, portavoz de los afectados, en marzo, el traslado de los mobilehomes -para el cual es necesario el alquiler de una grúa- tenía un precio de unos 8.000 o 9.000 euros, además de las gestiones que deberían hacer para encontrar un hueco en otro cámping en el que instalarse. Algo prácticamente imposible a las puertas de Semana Santa.

Niños jugando con una cometa entre las 'mobilehomes' del Camping Sant Salvador cedida

Finalmente, la negociación colectiva ha resultado imposible y los clientes han tenido que tomar la decisión de aceptar, o no, la última oferta de HolaCamp, la cual les permitía quedarse hasta el fin del verano de 2025, pagando un 42% más al año, más los gastos de suministro que, hasta ahora, estaban incluidos en el precio de la temporada.

Despedida

López explica a Crónica Global, una vez perdida la lucha, que apenas son 10 las familias que han aceptado la oferta. Otras, como es su caso, han terminado “malvendiendo” sus casitas de vacaciones a empresas de reventa o a otros particulares; asegura que “algunas mobiles que costaron 8.000 euros se han vendido deprisa y corriendo por 2.500”, y que aquellas que podrían haber alcanzado los 15.000 se entregaron por 5.000 euros.

La familia de esta afectada ha veraneado en su mobilehome en el Cámping Sant Salvador durante los últimos 40 años, prácticamente se crió allí. Ahora lamenta tener que abandonar el lugar en estas condiciones y se pregunta dónde pasarán las próximas vacaciones.

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