Se rompe una propuesta que animaba a muchos viajeros. El tren nocturno Barcelona-París no va a circular. Así lo ha decidido la empresa 100% que prometió no viajar en asientos regulares sino en dependencias privadas o compartidas con todo tipo de comodidades.
La empresa Midnight Trains anunció ayer que su proyecto no va a poder ver la luz. “Con gran tristeza debemos anunciar la muerte de un sueño. La muerte del teletransporte europeo. Se marcha a un mundo mejor”, arrancaba el comunicado.
Una idea ilusionante
La propuesta encandiló a muchos ciudadanos. Era la posibilidad de viajar por Europa en un servicio Premium, sin perder un día de viaje, ahorrase una noche de hotel y ser respetuoso con el Planeta al emplear un medio de transporte sostenible para los viajes. Pero no convenció a los inversores.
Con esta buena acogida de la idea inicial, la compañía cerró con éxito su primera ronda de inversión. El problema es que no fue a más. Los viajes nocturnos en tren son costosos si no se cuentan con subvenciones ni se obtiene el suficiente rendimiento con los pasajeros.
Problemas de inversión
El reto de Midnight Trains era muy grande. Ellos mismos lo apuntan en su comunicado. “Fue una apuesta loca, pero no tanto”, matizan. Tenían que competir con los vuelos de las aerolíneas low cost, los trenes de alta velocidad y los trenes nocturnos ya existentes por el resto de Europa que, pese a ofrecer menos lujos y comodidades, son más baratos.
Los expertos aseguran que la idea nació muerta. Apuntan a que no hay clientes suficientes para que los viajes sean rentables. “Construimos nuestra convicción en torno a una hipótesis sólida que sigue siendo justa a nuestros ojos: no habría ningún avión limpio antes de finales de siglo y la única forma de descarbonizar los viajes de medio radio es el tren nocturno. Sin embargo, el tren nocturno en su forma actual, y durante la próxima década, no estará a la altura de lograr el cambio necesario”, siguen en el comunicado.
Las declaraciones de la empresa
La empresa no habla de la falta de clientes. Hace referencia a la dura competencia, al mercado copado por las empresas tradicionales, a las dificultades de encontrar material de segunda mano y a las trabas institucionales. “Queríamos encontrar soluciones a esta complicada ecuación en lugar de detenernos ante los obstáculos a primera vista, y decidir que no se podían superar”, aseveran. Pero la realidad se ha impuesto.
“Es posible, en nuestra época, financiar y lanzar proyectos industriales a gran escala con el objetivo de proteger el medio ambiente. Sin embargo, estos sectores están restringidos por los poderes públicos”, apuntan. Unos problemas que en más de una ocasión han vivido otras empresas ferroviarias, sobre todo, al tratar de negociar con el servicio ferroviario francés. “Los canales están abiertos, pero en realidad el mercado ferroviario se ha abierto sobre todo a sí mismo. Este mercado fue organizado por las autoridades públicas para sus propios operadores históricos, no para crear realmente nuevos actores”, añaden. “Fuera de los caminos trillados, es casi imposible llegar”, sentencian.
Tampoco para Madrid
Así, una vez más, Barcelona pierde la oportunidad de tener un tren nocturno que una la capital catalana. Y no es la primera vez. A finales de 2023, la francesa SNCF también descartó la idea. "No se ha demostrado rentabilidad", advirtió ya entonces el director de Europa y desarrollo internacional de la empresa, Jean Baptiste Gueno.
Midnight Trains vino a recuperar el proyecto. Ilusionó, pero no convenció a quien tenía que convencer. Los inversores. Con ellos muere la idea del tren nocturno de conectar estas dos ciudades. Pero también el de las otras líneas que tenían previstas: París-Madrid, París-Milán-Venecia, París-Florencia-Roma y París-Niza. Ahora los catalanes sólo esperan que el otro operador ferroviario que promete una conexión nocturna Barcelona-Amsterdam, European Sleeper, pueda sortear los problemas que presenta el gestor ferroviario francés, para que el año que viene esta línea esté operativa. ¿Podrá ser?