Los primeros azulejos se detectaron el verano pasado en las comarcas del Bages y el Berguedà, en la Cataluña central. Poco después, vecinos del Solsonès y de la Cerdanya reivindicaron la aparición de otras baldosas similares. Ahora, se han detectado en la zona de l'Alt Urgell y la provincia de Tarragona. Azulejos eróticos, hechos a manos, que han aparecido debajo de una sesentena de puentes de todo el territorio, pero que nadie conoce quién es el autor o el motivo por el que son incrustados en dichas ubicaciones.
En la actualidad, ya hay una sesentena de azulejos diferentes, aunque todos ellos con trazos, colores y motivos similares, repartidos por una treintena de municipios de toda Cataluña. Fueron los técnicos que trabajan para la conservación y el mantenimiento de puentes y viaductos quienes localizaron los primeros en Manresa y Guardiola de Berguedà, ambos en la provincia de Barcelona. Ahora su presencia se ha multiplicado, engrosando, así, un misterio que todavía tienes muchos interrogantes por resolver.
El autor: el gran misterio
El primer medio en hacerse eco de la irrumpición de estos curiosos azulejos fue Regió7, un medio digital regional de la zona de la Cataluña central. Tal y como adelantaron, las baldosas no están firmadas. A veces aparece una fecha en números romanos, que hace referencia al año 2023, pero no siempre es así. Este extremo, hace pensar que el autor (o autores) empezaron hace un año a diseñar y colocar la piezas.
Todos los azulejos son diferentes, se han localizado más de 60 dibujos diferentes. No obstante, los motivos siempre son los mimos: penes, testículos y pechos. Destacan por sus colores pastel y, alguno de ellos, incluso, va acompañado de pareados.
Localizaciones discretas
Asimismo, llama la atención que, a pesar de ser muy vistosos, en la mayoría de los casos estas misteriosas baldosas se encuentran en ubicaciones de difícil acceso, donde es necesario conocerse el camino previamente, ya que no existen senderos que conduzcan directamente a dichas localizaciones.