No vamos a descubrir nada que nadie sepa si decimos que el catalán, como la mayoría de las lenguas romances proviene del latín. Hay palabras que son casi calcadas, apenas han variado desde el latín clásico. En cambio, son pocas las que conservan intacta su grafía y casi su significado.
Revisando un poco el diccionario, uno descubre que hay una palabra que era muy importante en latín y que, de la misma manera, es muy frecuente usarla en catalán. Se trata del término "res".
"Res" en latín
Los que han hecho un poco de latín en la secundaria saben que la traducción más común de esta palabra latina, "res", significa tal cual "cosa". La res pública, que ha devenido república, era una mención a la "cosa pública", a los asuntos públicos, por ejemplo. En catalán hay mucho de eso que se mantiene.
Esta palabra era extremadamente versátil y se empleaba en una amplia variedad de contextos, desde situaciones cotidianas hasta documentos legales y filosóficos. El término se encuentra en numerosos textos de la literatura latina, incluidos los escritos de Cicerón, Virgilio y Ovidio, reflejando su importancia y omnipresencia en la lengua latina.
Catalán contemporáneo
Que no se escandalicen los catalanohablantes por lo que decimos, porque sí, podríamos pensar que "res" en catalán es casi lo contrario. Si traducimos "res" del catalán al castellano no da el mismo resultado que del latín al español, si en este último caso significa “cosa”, en catalán se traduce como “nada”.
No nos vamos a poner filosóficos ni trascendentales pensando que, de alguna manera, el mundo de las cosas es el mundo de la nada, pero sí queremos prestar atención a que "res", en catalán, tiene mucho que ver con la “cosa”.
Nada y la "no cosa"
Si uno empieza a pensar en los contextos en que uno usa res, puede ver que detrás de ello está la acepción de “cosa” o que la “cosa” está implícita en ello. Como siempre, es mejor demostrar las cosas con ejemplos, he aquí el caso de la pregunta "Vols res?". Ya la pregunta no se puede traducir por si quieres nada, sino más bien es un "¿Quieres algo?". Obviamente, ese algo es “una cosa” o “cualquier cosa”.
Un aspecto interesante del uso de "res" en catalán es su empleo en frases negativas. En este contexto, se combina con el adverbio "no" para formar la expresión "no res", que literalmente significa "no cosa" y se traduce al español como "nada". Cuando una afirma que esto “surt del no res”, es que sale de la nada, de la no cosa.
Otros ejemplos
Esta estructura es un reflejo directo de la lógica gramatical del latín, donde nihil (nada) también se construía a partir de una negación de "res" (cosa). Así, en catalán, cuando se quiere expresar la ausencia de cualquier cosa, se dice "no res", manteniendo la coherencia con su origen latino.
Para ilustrar el uso de "res" en catalán, consideremos algunos ejemplos comunes:
- "Vols res?" - "¿Quieres algo?"
- "No tinc res" - "No tengo nada”, o más literalmente “no tengo algo”.
- "Has vist res?" - "¿Has visto algo?"
- "No sé res" - "No sé nada”, o “no sé eso”, esa cosa.
Excepcionalidad de la lengua catalana
En cada uno de estos casos, "res" desempeña un papel crucial en la construcción de significados tanto positivos como negativos, demostrando su versatilidad y persistencia en la lengua catalana.
La historia ha querido que esto sucediera. El uso de la lengua ha podido modificar muchos términos y conceptos, pero por lo que sea, la evolución de res ha quedado prácticamente con su significado original, lo cual no es más un testimonio de la influencia duradera del latín en las lenguas románicas.