El librero nazi catalán Pedro Varela se ha presentado como una víctima en el juicio en el que se juega 12 años de cárcel por dos delitos contra las libertades fundamentales y pertenencia a organización criminal en Barcelona. El exempresario y activista negacionista ha denunciado "indefensión" en la Audiencia Provincial, donde se le juzga junto a otras cuatro personas.
Lo ha dicho Varela en la sección sexta de la segunda instancia judicial, donde ha arrancado el juicio contra él hoy. El radical, que ha sido condenado en dos ocasiones por apología del genocidio y una por distribuir el Mein Kampf, escrito por el dictador alemán Adolf Hitler, ha tildado de "incivilizado" destruir o prohibir libros.
Es de lo que se le acusa: vender volúmenes que incitan al odio.
"Les avisaba del Código Penal"
A preguntas de su abogado, la única parte a la que ha contestado, Varela ha asegurado que vendía cerca de 3.000 volúmenes distintos de 26 editoriales "distintas". Sobre "40 temáticas", ha precisado.
Así, Varela ha asegurado que su objetivo era "documentar para el estudio" a los interesados. Estudiantes universitarios, entre otros. Y ha defendido que advertía de que la compra de las publicaciones estaba condicionada a declaraciones responsables por parte de los clientes, que se comprometían a no difundir el "odio".
"Los libreros estamos indefensos"
El también vecino de Vilalba Saserra (Barcelona), que fue discípulo del colaborador nazi Leon Degrelle en su juventud, y máximo dirigente del partido neonazi --ya desaparecido-- Cedade, ha asegurado estar "indefenso" ante la legislación que protege las minorías.
"En los regímenes autoritarios se persiguen los libros", ha señalado.
"No éramos una organización criminal"
A renglón seguido, Varela ha negado que él y los otros cuatro acusados "fueran una organización criminal". Según él, "es un simple librero que buscó trabajadores para colaborar en el negocio".
En referencia a las conferencias que daba --otra de las patas de la acusación--, el acusado ha defendido que eran "presentaciones sobre los libros que vendía", y que estaban sujetos a Código Penal o, en su defecto, a la declaración responsable de quienes los compraban.
"Y no eran actos políticos, apenas presentaciones", ha defendido.
Pide la declaración de un negacionista
Antes de comenzar su alocución, la defensa del enjuiciado ha pedido la comparecencia del periodista israelo-ruso Israel Shamir, conocido por su defensa del Estado palestino y por su postura negacionista del Holocausto contra el pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial.
La sala ha aceptado la declaración como testigo por medio de videoconferencia.
Operación de los Mossos
La última causa contra Pedro Varela llega ocho años después de que los Mossos d'Esquadra irrumpieran en la Librería Europa de Gracia y su domicilio en julio de 2016 buscando pruebas de delitos de odio. El botiguer terminó detenido, e ingresó en prisión, aunque de forma breve.
La operación policial estuvo amparada por la reforma del Código Penal de 2015, que retipificó el delito de odio (510 CP). Con ello, se abrió una nueva causa contra el librero.
"Persecución 'ad hominem'"
Pese a que Mossos actuó con el nuevo Código Penal bajo el brazo, el supuesto cabecilla de la trama ha denunciado "persecución". En sus últimas palabras, Pedro Varela ha denunciado una "cacería ad hominem" contra él por parte de la Fiscalía de Delito de Odio de Barcelona, que comanda Miguel Ángel Aguilar.
Hilvanando una defensa que le ha situado en una posición de víctima, el activista neonazi ha insistido en que él "es solo un librero y editor". Ha dicho que él solo ha publicado un libro, Cartas desde la cárcel --cuando cumplía sus primeras penas--, en la que "loa el amor al prójimo y a la Virgen María", entre otros.
El activista ha apostillado que él es "humanista y católico practicante", pese a las condenas previas por negacionismo y filonazismo.