Este mismo miércoles entró en funcionamiento el nuevo abono recurrente de Rodalies que permite usar toda la red ferroviaria que depende de la Generalitat de Catalunya de manera gratuita -pagando una fianza de 10 euros- durante un cuatrimestre. Sin embargo, sólo 70.000 personas han podido acceder a él, a causa de una incidencia en el sistema informático de las máquinas de autoventa que emiten los títulos.
Se trata de un nuevo formato sin contacto bautizado con el nombre 'Renfe@tu' exclusivo para este servicio gratuito y que permitirá la recarga para la renovación del título en los próximos cuatrimestres. Hasta este martes, el abono era la habitual tarjeta de cartón con banda magnética.
Falla en la programación de las máquinas de venta
Según ha informado la propia Renfe en Twitter, la implementación de este abono, que usan miles de personas para desplazarse diariamente por todo el territorio catalán, "está presentando problemas en algunas máquinas de autovenda" por una incidencia en su programación.
A fin de minimizar las incidencias, Rodalies está repartiendo abonos de diez viajes gratuitos a aquellos usuarios que no pueden acceder al título. A pesar de ello, esta facilidad no está disponible ni a todas las horas, ni en todas las estaciones, por lo que algunas pesonas han tenido que adquirir otro tipo de billetes de tren, de pago, para poder usar el transporte público en los últimos tres días.
Así mismo, la compañía ha recordado que el abono recurrente también se puede conseguir a través de la aplicación móvil de Renfe.
Descontento de los usuarios
Numerosos usuarios habituales de las líneas de Rodalies se han echado a las redes sociales para criticar la implementación del abono. Además del caos causado por la adquisición del tíquet de transporte, los que han podido adquirirlo han constatado que su utilización da errores, con máquinas que no los leen correctamente y señales luminosas imprevistas.
Para muchas personas, ha generado desconcierto el uso del abono a la hora de validar el viaje, puesto que, según han registrado varios usuarios, requiere acercar la tarjeta al lector durante varios segundos más de lo presumible, hecho que ha causado que algunos creyeran que no funcionaban. Así mismo, a la hora de salir, la máquina que lee el abono se pone en rojo cuando la salida es libre sin necesidad de acercar la tarjeta, lo que ha distraído a muchos que han interpretado el color con la prohibición de usar esa salida.