Nuevo choque entre Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona. La policía catalana habría bloqueado la información de los servicios que entran por el centro de coordinación (CeCor), el mando común de las policías desplegadas en Cataluña y el resto de servicios de emergencias, hecho que ha sublevado a los sindicatos y a los agentes de a pie. Hay contactos previos para encauzar una crisis que viene de lejos. Se suma a la exclusión de la Urbana del combate contra los narcopisos en la capital catalana, avanzada por Crónica Global.
Fuentes conocedoras del conflicto entre cuerpos de seguridad alertan del "profundo malestar" que se vive en la Guardia Urbana "al haber quedado fuera de toda actuación policial que no sea incivismo". La crisis se vive en los 10 distritos de Barcelona, aunque con especial intensidad en la unidad territorial (UT) 1, la que corresponde a Ciutat Vella.
"No se comparte información"
El nucleo de la polémica es el hecho de que "no se comparte información entre cuerpos policiales". Algo que puede llegar a ser habitual entre fuerzas públicas, por la necesidad de proteger las investigaciones propias, pero que en el caso de Mossos y Urbana ha llegado al extremo, alertan los mismos interlocutores.
"Se ha llegado a poner en riesgo la seguridad de los agentes", afirman, y ponen un ejemplo: "Si Mossos sabe que hay alguien con un cuchillo y no informa, la Guardia Urbana puede llegar antes" al lugar donde han sido requeridos los cuerpos de seguridad y encontrarse con una sorpresa desagradable. "Se produce la paradoja de que puede haber una patrulla estática de cada cuerpo, y uno tiene el incidente y el otro, no", añaden.
"Soledad"
Desde el cuerpo policial municipal alertan de que el apagón comunicativo de Mossos provoca "descoordinación" y "soledad" en la Guardia Urbana. Detallan un incidente reciente en el que dos agentes resultaron lesionados por la acción de dos exmilitares en la plaza Real de Barcelona en medio de una reyerta. Tuvieron que acudir compañeros que se encontraban cenando en las inmediaciones para auxiliarles.
Este medio explicó hace unos días que se produjeron dos incidentes que dejaron a tres funcionarios heridos leves, aunque dos de ellos necesitaron una baja médica.
Segundo encontronazo tras los narcopisos
La nueva pugna entre la policía catalana y la de Barcelona llega después de un primer encontronazo por la gestión de los narcopisos en la Ciudad Condal. Los primeros asumieron casi de forma íntegra el combate contra los inmuebles donde se comercializa con droga, arrebatando las competencias a la policía local. La decisión de dejarles al margen provocó un profundo malestar al más alto nivel.
Hubo reuniones de conciliación, pero no han llegado a nada. Como consecuencia, la unidad de investigación de la Guardia Urbana, experimentada y bregada, ha quedado en barbecho.
"Malestar"
Preguntado por este medio, el sindicato CSIF, mayoritario en la Guardia Urbana de Barcelona, ha indicado que "desconoce incidentes concretos" como el de la plaza Real, aunque sí ha admitido un "profundo malestar" por la situación en la trabajan los policías en los diez distritos. Entre lo que afea CSIF, que dirige Eugenio Zambrano, secretario de Administración Pública, es la "descoordinación" policial, algo corroborado por agentes de a pie y por fuentes cercanas a la Jefatura de la fuerza pública.
Preocupa de forma especial porque quedan cuatro meses y medio para el disparo de salida de la Copa América de vela. Arrancará el 22 de agosto entre una gran demanda de seguridad en las calles por la gran afluencia de visitantes vip.
Mossos y Guardia Urbana, como los otros cuerpos policiales, se verán obligados a coordinarse en el marco del nuevo CeCor de la competición. Estará ubicado en el Muelle situado junto al World Trade Center (WTC), explicó Crónica Global. Las fuentes consultadas señalan que la coordinación debería ser exquisita y remarcan que, por ahora, no existe en los términos requeridos.