Medusas veleta en las rocas

Medusas veleta en las rocas

Vida

Qué es el inquietante "manto azul" que puede verse estos días en las playas de Tarragona: una invasión curiosa

La presencia de esta especie genera malestar y desconfianza entre los primeros bañistas de la temporada: ¿sabes a qué se debe? 

25 abril, 2024 17:08

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Hace semanas que las playas catalanas lucen de un color especial. Un manto azul destaca en la orilla de algunas calas ofreciendo una visión algo curiosa.

Lejos de tratarse del plancton azul que hace brillar las olas del mal, esta cosa que cubre el litoral catalán es un ser de mayor tamaño y nombre amenazante: medusas velero.

Este el curioso nombre 

Sí, a pesar de que no tienen un cuerpo ni cabeza transparente ni tener una forma más redondeada, estos animales son medusas, pero de unas características especiales. Para empezar, son azules, no transparentes.

También conocidas como velellas y carabelas o fragatas portuguesas, estas criaturas marinas pertenecen al grupo de los cnidarios, parientes de las medusas. De allí que también se las conozca con ese nombre.

Cómo son las velellas 

Su forma, algo más alargada y con una aparente cresta es lo que le ha dado el nombre de navíos portugueses, porque dicen los entendidos en la navegación que se asemejan a estas las antiguas embarcaciones lusas de vela.

Para los que no las han visto, su aspecto singular consiste en una estructura flotante en forma de bolsa que puede llegar a medir varios centímetros de largo. Desde esta estructura cuelgan tentáculos que pueden extenderse varios metros bajo el agua.

Por dónde se mueven 

Lo más sorprendente de las velellas es su método de navegación. No tienen capacidad de propulsión propia, por lo que dependen completamente del viento y las corrientes marinas para desplazarse.

Esta incapacidad de moverse les da también otras dos características que las definen. Por un lado, sus cuerpos, que están diseñados de tal manera que actúan como velas, permitiéndoles flotar en la superficie del mar y moverse con la brisa. El otro, que viajan de manera conjunta, arrastradas siempre por las corrientes. De allí, que cuando lleguen a las orillas aparecen como una invasión azul en la arena.

Alerta con estas medusas 

Su aspecto bello y reluciente y sus pequeñas dimensiones, por eso, pueden ser una trampa. Tras esa apariencia supuestamente inofensiva, las fragatas portuguesas no dejan de ser parientes de las medusas y algo de ellas tienen.

Los tentáculos de las velellas están cubiertos de células urticantes que utilizan para capturar pequeños organismos marinos, como peces y plancton. Estas células pueden provocar pequeñas irritaciones en los humanos si entran en contacto con la piel, por lo que es importante evitar el contacto directo con estas criaturas cuando se encuentran en el agua. Eso sí, a diferencia de las medusas, no pican.

Dónde están 

No es la primera vez que estas pequeñas medusas aparecen en las costas catalanas, tanto es así, que tienen hasta un mote catalán. Los marineros las llaman barquetes de Sant Pere, precisamente, también por esa aparente forma de un barquito de vela.

En cualquier caso, esta curiosa invasión que ya se ha dejado ver en las playas de Roda de Barà y Gavà, por hablar de dos casos recientes, es casi algo habitual en primavera. El viento del oeste suele propiciar la llegada de estos bancos de animales.

¿Qué otros problemas tenemos?

Pero si ese aspecto parece encantador y ya se sabe que pica, hay otra parte negativa de esta pequeña invasión: el mal olor que dejan.

Si estas medusas no se devuelven al mar y se dejan morir en las orillas, la playa puede quedar con un hedor muy fuerte, fruto de la descomposición de sus cuerpos. Eso sí, al menos no es tóxico.