Medusas de la especie 'Pelagia noctiluca'

Medusas de la especie 'Pelagia noctiluca' EUROPA PRESS

Vida

Una plaga de medusas invade la playa de ElBulli en Roses atraídas por las altas temperaturas

Se trata de la especie Pelagia noctiluca, un animal cuya picadura es muy urticante y con capacidad bioluminiscente

14 abril, 2024 17:46

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Tras el temporal marítimo que marcó la Semana Santa catalana, cientos de personas han optado por estrenar la temporada de baño este fin de semana, aprovechando las altas temperaturas. Sin embargo, los bañistas del norte de la Costa Brava se han encontrado las playas de la Badia de Roses inundadas de medusas que han llegado atraídas por el calor.

Se trata de la especie Pelagia noctiluca, un animal cuya picadura es muy urticante y con capacidad bioluminiscente: emite una luz azulada cuando es tocada de noche. La invasión se ha producido, en concreto, en la Cala Montjoi, donde se ubicó ElBulli, el restaurante con el que los hermanos Ferran y Albert Adrià revolucionaron el mundo de la gastronomía.

Alerta en la Costa Brava

En otros municipios de la Costa Brava, como Begur y Blanes, han aparecido las conocidas velas de mar, que no son medusas, sino colonias de pólipos de unos siete centímetros que flotan en la superficie marítima siguiendo las corrientes más cálidas. Igual que las medusas, son animales urticantes pero, en este caso, no representan ningún peligro para los humanos.

A causa de su parecido, inicialmente se habían confundido con la especie de medusa carabela portuguesa, que atemorizó a los bañistas en la temporada pasada por el importante dolor que su picadura produce, la cual puede llegar a ser mortal. Sin embargo, los agentes de Potecció Civil de Blanes han podido constatar que no se trata de este animal.

Aumento de las medusas en el mar

En los últimos años se ha observado un aumento de la cantidad de medusas a nivel global, sin embargo, la comunidad científica no ha logrado un consenso sobre cuál es el motivo: tal vez el cambio climático, la disminución de depredadores u otras acciones posiblemente humanas, según explican Lucrecia Souviron Priego, doctora en biología, y Jesús Bellido López, investigador en la misma materia, en un artículo publicado en The Conversation.

Estos biólogos detallan que se trata de un fenómeno normal que, cada unos cuantos años, diferentes zonas del Mediterráneo reciban mayores bancos de medusas, pero que el aumento de las temperaturas propicia unas tasas de reproducción más elevadas, por lo que es muy posible que cada vez sea más habitual encontrar playas inundadas de medusas en la costa catalana.