La Agencia Catalana del Agua (ACA) se mueve para poner remedio al mal estado de las tuberías. La empresa pública que gestiona las infraestructuras hídricas en las cuencas internas de Cataluña ha aprobado 129 millones de euros en subvenciones a municipios para actuaciones de mejora y renovación de las redes urbanas de suministro.
Según la resolución de la ACA consultada por este medio, este dinero se repartirá entre 707 municipios, es decir, el 75% de los núcleos de población catalanes.
Ayudas con retraso
Se trata de una operación largamente reclamada por los ayuntamientos, sobre todo los más pequeños, que carecen de suficientes recursos para sufragar por sí solos las mejoras en la red de abastecimiento. Aunque se trata de una competencia municipal, la grave sequía que asola Cataluña obligó a mover ficha al organismo dirigido por Samuel Reyes.
Sin embargo, la llegada del maná de la ACA se ha hecho de rogar. La convocatoria para mejorar la eficiencia de la red se anunció en junio del año pasado. En aquel momento solo se previeron 50 millones de euros. Sin embargo, la enorme cantidad de solicitudes obligaron a elevar la dotación y retrasar la tramitación de las ayudas, que no se ha resuelto hasta este marzo.
Digitalización de la red
Las subvenciones están dirigidas tanto a entes locales como a asociaciones de municipios, como el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). El dinero máximo por municipio son 300.000 euros y el porcentaje subvencionable está relacionado con el número de habitantes de cada población.
La línea de ayudas prevé cuatro tipos de actuaciones. La que más solicitudes ha concitado es la reducción de pérdidas, que ha sumado 679 peticiones. Por detrás quedan las medidas para digitalizar la red (299 expedientes), la campaña de búsqueda y reparación de fugas (94 expedientes) y la rehabilitación o impermeabilización de depósitos (81 expedientes).
Tan solo un parche
Sin embargo, las intervenciones financiadas total o parcialmente gracias a estos recursos no solucionarán de forma definitiva las fugas de agua en Cataluña. En el caso de Badalona, la histórica fuga de El Canyet no forma parte de las operaciones subvenidas con esta ayuda, como ha informado un portavoz del ayuntamiento.
Al igual que la fuga de Santa Coloma de Gramenet, las averías más graves se repararán a través de licitaciones del Ente de Abastecimiento de Agua Ter-Llobregat (ATL).
Según datos de la propia ACA, Cataluña pierde uno de cada cuatro litros de agua potable debido a estos escapes. La falta de mantenimiento de la empresa pública durante la última década, cuando estuvo bloqueada por su delicada tesorería, ha conducido al mal estado de la infraestructura de suministro en baja.