Los inspectores de pesca que actúan en las costas de Cataluña han protestado este jueves frente a la Delegación del Gobierno en Barcelona por una mejora de sus condiciones laborales. El malestar es creciente entre estos funcionarios, un grupo conformado por tan solo 13 trabajadores en la comunidad, y se han encargado de evidenciarlo bajo la convocatoria de CCOO.

Han grito de "ojo, ojo, ojo, peligra el atún rojo", "vaya, vaya, vaya, se acaba la caballa" o "inspección pesquera, ni está ni se le espera", reclaman al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de Luis Planas "soluciones justas y dignas", en la línea de las reivindicaciones de los profesionales de otras ciudades españolas. De fondo, la amenaza de huelga sobrevuela las protestas.

"Nos jugamos la vida"

Aseguran sentirse e ignorados por la administración central, después de protestar el año pasado y no haber conseguido cambios reales. Piden que se les compense los riesgos propios de su trabajo con un complemento fijo que les reconozca la peligrosidad y la exposición a inclemencias meteorológicas y a sustancias tóxicas durante el ejercicio de sus funciones.

"Nos jugamos la vida en cada inspección en puerto, en cada abordaje en la mar y en cada vuelo en aeronave, basta ya", dicen los encargados de vigilar los desembarques y los ejemplares pescados en alta mar; también que los pesqueros no actúen en aguas protegidas.

Protesta de inspectores de pesca marítima frente a la Delegación del Gobierno en Barcelona el 21 de marzo CG

En este sentido, exigen al Ministerio que se declare su tarea como profesión de riesgo para permitir "el acceso a una jubilación digna" para un trabajo "tan exigente físicamente"; también que imparta formaciones en la materia.

En desigualdad frente a otros profesionales

En paralelo, dicen sentirse "funcionarios de segunda", frente a otros perfiles profesionales, como el personal de los Puestos de Control Fronterizo, de Sanidad Animal, de Sanidad Vegetal o incluso de Aduanas.

Para avanzar hacia esas mejoras laborales, insisten en mantener sus reivindicaciones hasta forzar al Ministerio a sentarse a negociar; valoran incluso la convocatoria de una huelga.

Noticias relacionadas