Iulian S. O., el asesino de Núria L. L., la cocinera del centro penitenciario Mas d’Enric (Tarragona) asesinó a otra mujer de una forma muy similar en 2016. Como a Núria, a su primera víctima también la mató con un cuchillo de cocina.
Según ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), este sujeto fue condenado por un jurado popular a 11 años de cárcel por acabar con la vida de V. C. en Valls (Tarragona) en 2016. Por estos hechos, tenía que cumplir condena hasta 2027.
Se conocieron por internet
En el juicio, celebrado en abril de 2018 en la Sección 4ª de la Audiencia Provincial de Tarragona, quedó probado que el acusado contactó en 2015 con su víctima a través de internet y se citaron en la casa de él para mantener relaciones sexuales a cambio de dinero.
Los encuentros entre ellos se sucedieron en el tiempo y, según la sentencia, él "se enamoró de ella", desarrollando un comportamiento obsesivo hacia la chica.
Iulian la degolló con un cuchillo de cocina
La sentencia recoge que, en día 24 de abril de 2016, Iulian y su víctima se citaron en casa de él. En el marco de este encuentro, la chica le escribió a una compañera de piso un mensaje de Whatsapp y, en referencia a Iulian, expresó que era “un miserable”. El motivo, añadía, era que la había amenazado y que la tenía retenida en su casa.
Pocos minutos después, sostiene el auto, se inició una discusión entre ambos durante la cual Iulian se dirigió a la cocina de su domicilio y, tras coger un cuchillo de cocina de 15 centímetros de hoja, regresó al comedor y la asesinó brutalmente degollándola. Después, acudió a las dependencias de la Policía Local de Valls ensagrentado y confesó los hechos.
"No cabe duda alguna de que nos encontramos ante una forma brutal de causar la muerte a otra persona, que sin duda causó un gran dolor a la víctima por la forma y el medio empleado por el acusado", sostuvo la sentencia.
Mató a Núria de idéntica forma
La cruenta escena se repitió ayer, miércoles, cuando este preso destinado en la cocina del Centro de Inserción y Reinserción (CIRE) de la cárcel de Tarragona atacó de idéntica forma a Núria, una cocinera del centro penitenciario contratada por la Generalitat de Cataluña. Tras acabar con la vida de la trabajadora degollándola de forma "brutal", el reo se suicidó con el mismo cuchillo.
Fuentes sindicales han precisado que los internos que ocupan estos destinos suelen ser presos de confianza. Sin embargo, añaden que en ocasiones estas tareas se asignan también a reos "potentes" que causan alboroto en los módulos "para tenerlos contentos", aunque lo habitual es enviarlos a talleres y no a las cocinas, por cuestiones de seguridad.
En este caso concreto, pese a su pasado sangiento, el preso había logrado pasar los filtros para trabajar en este destino, tras mostrar un avance y arrepentimiento por su primer crimen. Sin embargo, por razones que ahora investigan los Mossos d'Esquadra, ayer, poco después de las cuatro de la tarde, volvió a actuar.
Escalada de violencia
Este jueves los funcionarios de prisiones se han congregado frente al Departamento de Justicia en señal de repulsa por el brutal crimen de su compañera. Además del episodio de ayer, denuncian la escalada de violencia en las prisiones catalanas. En un comunicado unitario, los sindicatos CSIF, Intersindical, ACAIP, UGT prisiones, IAC-CATAC y CCOO piden la dimisión de la consellera de Justícia Gemma Ubasart.
El año pasado se registraron 582 agresiones físicas, un 1% más que en 2022. Asimismo, las agresiones sexuales a trabajadores se triplicaron también durante el último año en las prisiones catalanas.