Hace ya un año que Aigües de Manresa redujo la presión de agua en una zona de la ciudad. En concreto, la medida afecta desde marzo de 2023 a 2.000 abonados comerciales y particulares. Pero su éxito es limitado: ha supuesto el ahorro de un 2% del gasto de agua en esta parte de la red.
A partir de este lunes, hasta siete municipios del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) han empezado también a reducir la presión de sus grifos para reducir el consumo y adecuarse a los volúmenes máximos de 200 litros por persona y día impuestos por la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) en el contexto de la fase uno de emergencia por la grave sequía que sufre Cataluña.
Resolución del AMB
El pasado 28 de febrero, la AMB informó que a partir de este mismo 11 de marzo se empezaría a menguar la capacidad de los grifos en siete municipios: Begues, Cervelló, Corbera de Llobregat, Palma de Cervelló, Sant Just Desvern, Sant Vicenç dels Horts y Tiana.
Con todo, se da por sentado que el ahorro no será destacado, también se moverá al entorno del 2%. Desde el sector se remarca que Cataluña no se queda sin recursos hídricos por un mal consumo privado -de hecho, es uno de los territorios con unos hogares más sensibilizados con el tema-, sino por un déficit de infraestructuras al que se considera que no se da respuesta.
Más infraestructuras hídricas
Los especialistas, como los ingenieros, repiten que la solución ideal para dar respuesta al episodio de carencia de agua actual es el minitrasvase del Ebro. Defienden que es la solución más rápida, más barata y más ecológica que se puede impulsar desde la Generalitat, aunque el Govern elude tensiones territoriales y mantiene el plan de comprar barcos de agua.
A largo plazo, y para responder a episodios de sequía extrema que se da por sentado que se repetirán, se exige tanto mejorar la capacidad de desalinización de la Agencia Catalana del Agua (ACA) como una apuesta en firme por la regeneración. Además de solucionar las fugas que persisten ya incluso en las infraestructuras actuales de la ACA.
Alargar los recursos
La decisión actual de la autoridad metropolitana es la de prolongar el tiempo que se tarda en consumir los recursos disponibles, con la previsión de que la situación de sequía no mejorará a medio plazo. De hecho, se trata de una medida muy excepcional, puesto que la presión de agua en este territorio ya está ajustada al mínimo que permite el reglamento.
Así mismo, el AMB prevé poder extender esta iniciativa a otros municipios en caso de que la sequía se prolongue. De nuevo, se priorizará bajar la presión a aquellas localidades que tengan consumos más elevados.
200 litros por persona y día
Tanto Manresa como el área metropolitana forman parte del sistema Ter-Llobregat, que se encuentra actualmente en estado de Emergencia I según el Pla especial de la sequía de la Generalitat de Catalunya.
A lo que atañe al consumo privado de agua, el plan prevé para este estadio una dotación máxima de 200 litros por persona y día, además de la prohibición de regar jardines, llenar piscinas o limpiar coches con agua potable.