Son las contradicciones de la entidad ecologista decana en Cataluña. SOS Costa Brava, una de las plataformas más beligerantes contra los proyectos urbanísticos en la región, esconde una colisión de intereses que no declara. El abogado de la belicosa entidad, Eduard de Ribot, tiene un hermano en los servicios jurídicos de la Generalitat de Cataluña y que se ha pronunciado en proyectos que él ha criticado. Él defiende que "no hay conflicto de interés" y que "jamás han coincidido".
Lo denuncian fuentes internas de la plataforma, que alertan del "posible conflicto de intereses" en el seno de SOS Costa Brava. Precisan que la doble presencia de Eduard de Ribot en la agrupación, y su hermano Ignasi de Ribot en Urbanismo de la Administración autonómica, provocan dudas de reputación.
¿Conflicto de interés?
Además de la cuestión reputacional, está la legal. Desde el entorno de la asociación alertan de que la doble implicación de los De Ribot en un lado y otro de la barricada puede "deslegitimar" las campañas de la entidad.
Es así porque el De Ribot abogado, Eduard, debería haber declarado su incompatibilidad si es que incurriera en un citado conflicto por la posición de su hermano. Él lo niega, recordando que su hermano "está en el gabinete jurídico, vinculado a la defensa de la Generalitat de Cataluña, y no asesora o informa en materia de urbanismo".
Cercanía en algunos casos
Pero los críticos alertan de que hay riesgo de que se encuentren en casos cercanos. Un ejemplo: SOS Costa Brava, por boca del propio letrado, aseguró que una prioridad del Govern catalán debería ser "actualizar" los planes de ordenación urbanística municipal (POUM). Lo dijo De Ribot en esta entrevista.
Casualidad o no, los POUM de la costa catalana, y más concretamente los de la provincia de Girona, podrían acabar pasando por servicios jurídicos de la Generalitat en la región. Y allí trabaja el otro De Ribot: Ignasi.
"Jamás hemos coincidido"
A preguntas de este medio, Eduard de Ribot ha aclarado que "jamás ha coincidido" con su hermano como parte contraria en ningún procedimiento. Ello en "30 años" de ejercicio. Asimismo, el letrado niega "presionar" a los ayuntamientos, sino ejercer un "derecho" a presentar "alegaciones, escritos, denuncias, recursos o procedimientos judiciales" ante planes urbanísticos.
En los asuntos actuales que lleva el letrado --casos en Begur, Cadaqués, Palamós o Palafrugell--, tampoco figura su hermano como parte contraria, ha precisado, sino otros profesionales del equipo legal de la Generalitat de Cataluña.
La 'pesadilla' de los ayuntamientos
En cualquier caso, SOS Costa Brava se ha convertido en la bestia negra de algunos ayuntamientos, que han visto como los ambientalistas radicales, nacidos en 2018, bloqueaban algunos proyectos de crecimiento natural de las localidades costeras.
En este sentido, los anticrecimiento han señalado a corporaciones de distinto color. Han chocado con Begur y Pals, en manos de Junts; Palamós, gobernada por ERC; y Lloret y Palafrugell, del PSC. En algunos casos, la entidad se ha inmiscuido en infraestructuras lejanas a su ámbito de acción, como el futuro Cuarto Cinturón. En este campo, han embestido contra el gobierno municipal de Sabadell, también socialista, apoyando la campaña contra el Cuarto Cinturón.
Preguntadas por la cuestión, las corporaciones locales afectadas han preferido no pronunciarse sobre la trama de SOS, salvo el de Palamós, que ha recordado que "aplica siempre las normativas".
Caso paradigmático: la C-32
Pese a ello, las victorias de SOS Costa Brava, han sido sonadas. El ejemplo más claro fue la prolongación de la autopista C-32 entre Blanes y Lloret, que las cámaras de comercio de Girona veían necesaria para descongestionar la red viaria actual.
La plataforma lo llevó a los tribunales, con el propio De Ribot firmando artículos de opinión públicos como este. Ganó en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), y la infraestructura no se hará. En ningún momento se reveló que el proyecto tenía que pasar por la Generalitat y, más concretamente, su área jurídica, donde trabaja Ignasi de Ribot.
El último: un hotel en Palafrugell
La última batalla en la que se ha inmiscuido la plataforma ambientalista es un nuevo hotel de 66 habitaciones en la zona de Aigua Xelida, en Palafrugell (Girona). En este paraje de la Costa Brava, los promotores han esperado pacientemente durante tres años hasta la tramitación del plan, parado por una moratoria, hasta que lo han logrado al tener que levantarse la cortina urbanística.
En este escenario, SOS Costa Brava ha irrumpido de nuevo contra el alcalde del municipio, Juli Fernández (PSC), ignorando que los derechos adquiridos y la legalidad de la iniciativa aconsejaban aprobarlo, como ha pasado. En todo el proceso, los ecologistas han vuelto a soslayar que el expediente pasará por los servicios jurídicos de la Generalitat de Cataluña, donde trabaja el hermano de su abogado y portavoz.
Este medio se ha puesto en contacto con Eduard de Ribot para recabar su versión, pero éste no ha contestado.