En la calle Tenor Viñas, del acomodado barrio del Turó Park de Barcelona, se encuentra Sushi99, un restaurante exclusivo, discreto y que reúne cada día entre sus comensales a reconocidos empresarios, celebrities y personajes de alto nivel adquisitivo. Este martes, en una de las mesas situadas al lado de la ventana cenaba el piloto de Ferrari Pepe Oriola.
Según ha podido saber Crónica Global en exclusiva, el joven llevaba aproximadamente una hora en el local, cenando con su pareja, cuando un hombre “con una chaqueta gruesa” irrumpió en el interior del prestigioso restaurante. Una mujer, vecina de la zona, se percató de su presencia por su aspecto, que desentonaba con el glamuroso local galardonado con una estrella Michelin en 2019. También llamó la atención del piloto y del propio metre del restaurante, que se dirigió a él para preguntarle si quería algo.
Encañonado en la cabeza
Sin mediar palabra, el hombre avanzó hasta la mesa de Oriola, se situó tras el piloto, sacó una pistola de la chaqueta, la cargó y lo encañonó directamente en la cabeza. “¡El reloj, el reloj, el reloj!”, gritó el ladrón a cara descubierta. Los comensales, asustados, se escondieron agazapados debajo de las mesas, mirando de reojo la que parecía una escena sacada de una película de mafiosos. Mientras, el atracador intentaba, aunque sin éxito, desabrochar la correa del reloj al joven piloto.
La mujer ha explicado a este medio que el individuo sostenía el arma con una mano y con la otra trataba de arrancarle el Rolex a Pepe Oriola. Como no lo conseguía fue, finalmente, el piloto quien se sacó el reloj y se lo entregó al atracador, que huyó del local. A la salida, apuntan otras voces, le esperaba otra persona subida en una moto. Ambos se alejaron del Turó Park mientras los comensales de Sushi99 digerían la escena que acababan de presenciar.
Un Rolex de 15.000 euros
El ladrón, al que la testigo describe como “un tipo corpulento”, logró huir con el flamante Rolex del piloto de la escudería Ferrari, valorado en 15.000 euros, antes de que llegasen las primeras patrullas de los Mossos d’Esquadra.
Por las características de este robo ha sido la División de Investigación Criminal (DIC) de la policía catalana quien ha asumido la investigación, y no la Unidad de Investigación (UI) de la comisaría de Sarrià-Sant Gervasi. El hecho de que los encargados de realizar estas pesquisas sean los agentes de la DIC, que pende directamente de la Comisaría General d'Investigació Criminal de la policía catalana, hace pensar que podría tratarse de un grupo criminal organizado y especializado en delitos contra el patrimonio.
De hecho, algunas de las fuentes consultadas relacionan este episodio con otros dos episodios en el barrio: un intento de robo en la calle de las Escuelas Pías una semana antes, también a punta de pistola, y un asalto en la cafetería La Farga, sita en el número 11 de la calle Beethoven.
“Sabían a lo que iban”
Señalan, además, que los grupos especializados han comenzado a peinar las redes sociales en busca de artículos de valor para posteriormente seguir a sus víctimas y arrebatárselos. “Sabían perfectamente a lo que iban”, aseguran.
En este caso concreto, el propio Oriola hizo ostentación en su cuenta de Instagram, en la que aparece con varios relojes de similares características. No sólo eso, la noche de los hechos, el piloto compartió dos instastories en su perfil público, en el que acumula 23.800 seguidores, que podrían haber dado pistas a los cacos: una foto en el que mostraba una pulsera de Louis Vuitton que le habría regalado durante la velada a su pareja y otro en el restaurante Sushi99, con la ubicación del local.