Caldes de Montbui teme las consecuencias del cambio climático en sus aguas termales

¿Podría afectar el cambio climático a las aguas termales? Es lo que quiere descubrir el proyecto europeo ThermEcoWat, en el que participan el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC) del Departamento de Territorio y el Ayuntamiento de Caldes de Montbui (Barcelona), municipio conocido por sus fuentes naturales calientes y sus balnearios.

A priori, las aguas termales están más protegidas ante los efectos del cambio climático, pero no son ajenas ni a la variación de las temperaturas ni a la escasez de lluvias. Y, en cualquier caso, hoy por hoy no existe ningún estudio sobre cómo el cambio climático puede repercutir en los municipios y sectores económicos que dependen de ellas.

Fuente de energía renovable

Este vacío quiere llenarlo ThermEcoWat con el objetivo de prevenir y avanzarse a posibles problemas futuros e incrementar la resiliencia de los ecosistemas termales. Asimismo, también se estudiarán nuevos usos de las aguas termales como fuente energética renovable, como para calefaccionar edificios.

Cabe recordar que las aguas termales son aquellas que, en el momento de brotar, tienen una temperatura al menos 4º superior a la media registrada en el lugar del que surgen, porque se calientan al cruzar distintas capas de rocas subterráneas a altas temperaturas. Durante el ascenso, se mezclan con aguas más superficiales y frías.

Los balnearios catalanes

En este sentido, si hay escasez de estas aguas más superficiales por falta de lluvia, o si su temperatura varía, podría verse afectada también su composición química, que es la que les confiere sus propiedades mineromedicinales.

Solo en Cataluña hay 24 zonas termales con 18 balnearios en activo. Por lo tanto, se trata de un sector económico muy repartido en el territorio que contribuye a desestacionalizar el turismo, pues se puede disfrutar de él todo el año.

El proyecto

Ahora, ThermEcoWat, impulsado por el ICGC y Caldes de Montbui junto con otras instituciones públicas y privadas, espera dar respuesta a todas estas incógnitas y plasmarlas en un Libro Blanco durante los dos años de desarrollo.

El proyecto ha sido escogido como beneficiario de fondos del programa Interreg SUDOE y se desarrollará entre 2024 y 2026, con un presupuesto de dos millones de euros.