Agentes de la Policía Nacional han detenido en Terrassa (Barcelona) a un fugitivo acusado de asesinar a su pareja sentimental en presencia de sus dos hijos menores. El detenido, de 49 años, mató a su mujer, de 35, quemándola viva en 2017. Luego, se escondió varios años en su país de origen, Marruecos, hasta que pudo viajar a España, huyendo de la presión policial tras el crimen.
Su detención ha sido posible gracias al trabajo de la Comisaría General de Información y la Brigada Provincial de Información de Barcelona, en el marco de las investigaciones que se llevan a cabo de forma preventiva para localizar posibles personas que estén sufriendo un proceso de radicalización yihadista. El ciberpatrullaje preventivo permitió constatar que un ciudadano extranjero afincado en nuestro país tenía una Orden Internacional de Detención y Extradición (OIDE) por haber matado a su pareja sentimental años atrás.
La roció con disolvente y le prendió fuego
Las primeras informaciones permitieron conocer que el varón habría matado a su mujer en el domicilio familiar en 2017. Primero la roció con disolvente para, posteriormente, quemarla viva en presencia de sus hijos menores de 4 y 5 años.
Tras el crimen, apuntan fuentes policiales, el ahora detenido se dispuso a comer tan tranquilamente en presencia de sus hijos y de la víctima, que seguía aún con vida, aunque en estado agónico. Fue la familia del asesino quienes llegaron al domicilio familiar y encontraron la macabra escena. Aunque obligaron al hombre a traslada a la víctima a un centro médico, los sanitarios no pudieron hacer nada por salvarle la vida y solo pudieron certificar su muerte pocas horas después.
La investigación también ha permitido averiguar que la hija mayor del matrimonio sigue en tratamiento psicológico como consecuencia de las graves secuelas psíquicas que le produjo presenciar en directo la muerte de su madre.
Huyó a España en patera
Después de perpetuar el crimen, permaneció escondió en Marruecos y, tras un periodo de tiempo prudencial, huyó en patera hacia España. Tras desembarcar en la costa de Andalucía se movió por distintas ciudades del país hasta que, finalmente, se afincó en Cataluña. Para no ser detectado por las autoridades, el hombre utilizaba una filiación falsa, siendo identificado en Pamplona y detenido en Cádiz en el mismo año 2017 con
otra identidad.
Finalmente, fue detenido el 15 de enero de este año en la localidad barcelonesa de Terrassa, donde había definido su residencia. Tras el arresto, pasó a disposición judicial de la Audiencia Nacional, decretándose su ingreso en prisión provisional sin fianza, a la espera de ser extraditado.